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¿Cómo se ve afectado el rendimiento productivo por la ileítis?
El objetivo de una explotación porcina moderna es utilizar de forma eficiente los recursos invertidos y obtener el máximo beneficio posible. Durante muchos años, esto se ha conseguido reduciendo los costes de producción, pero los bajos costes por cerdo no garantizan por sí solos una rentabilidad adecuada. El segundo factor que siempre juega un papel importante es el rendimiento total del sistema de producción. El parámetro más sensible desde el punto de vista económico después del coste es por tanto la producción de cerdos por plaza y año. La infrautilización de las plazas disponibles al final del engorde, es decir, su operación por debajo de la capacidad máxima, supone la pérdida de beneficios y el derroche de las inversiones. La ileítis genera una reducción drástica del rendimiento de la explotación debido al aumento de la mortalidad, la dilatación del tiempo de engorde y la mayor variabilidad del peso corporal.
Figura 7. Factores que afectan el rendimiento en el engorde del cerdo (producción porcina por plaza).
Es evidente que la muerte de un cerdo provoca una pérdida de rendimiento equivalente al peso medio del cerdo comercializado. Las instalaciones de la explotación tienen un rendimiento subóptimo y todos los costes de pienso, lechones, atención veterinaria, etc. se malgastan.
Los tiempos de engorde más prolongados provocados por las ganancias de peso inferiores conducen a una utilización de la explotación inferior al reducirse el número de ciclos por año (ciclos de engorde). Efectos comparables se han observado en un flujo de producción alterado, ocasionado por una variación del peso elevada al final del período de engorde. La estrategia más común para abordar una variabilidad elevada es dar salida a los cerdos de forma secuencial a medida que alcanzan el peso de comercialización. Esto aumenta los costes de oportunidad al tener plazas vacías y reduce los beneficios de producción al final del engorde. La tabla 5 muestra los costes de la prolongación del tiempo de engorde sobre la producción por plaza y año.
El aumento del tiempo de engorde trae consigo una reducción del número de cerdos que pueden venderse por plaza de engorde. La oportunidad perdida ronda los 2,6 €/plaza de engorde y año (por día adicional de engorde). Los costes adicionales del pienso son del orden de 0,96 € por plaza de engorde. Esto demuestra que el tiempo de engorde más prolongado repercute sustancialmente sobre el rendimiento y el beneficio obtenido de las inversiones en el engorde.
Los cerdos sanos sin ileítis son capaces de utilizar todo su potencial genético en el crecimiento y forman lotes de sacrificio más uniformes en el matadero. La producción resultante de más cerdos por plaza y año rentabiliza mejor el capital invertido y mejora el beneficio obtenido de la inversión.
Tabla 5 . Repercusión del tiempo de engorde prolongado * sobre las pérdidas económicas por plaza de engorde y año.
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T Hardge. Boehringer Ingelheim. Alemania
S McOrist. QAF Industries. Australia