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Diarrea neonatal: prevalencia de patógenos entéricos

La detección de un patógeno por sí solo no basta para aclarar la etiología de los brotes de diarrea neonatal. Su diagnóstico es uno de los más desafiantes en la práctica diaria del veterinario de porcino.

La diarrea neonatal es una condición multifactorial presente con frecuencia en las granjas porcinas y que conlleva pérdidas económicas debido al incremento de la morbilidad y mortalidad de los lechones. Afecta a los lechones en la primera semana de vida y también representa una preocupación importante en cuanto al uso de antibióticos en lechones lactantes (Nielsen et al., 2022).

Se han asociado varios agentes infecciosos con la diarrea neonatal en lechones. En Europa, podrían ser de importancia Escherichia coli (E. coli), Clostridium perfringens (C. perfringens) tipo C y tipo A, Clostridioides difficile (C. difficile), Enterococcus hirae (E. hirae), coronavirus, rotavirus y Cystoisospora suis (Jacobson, 2022).

En nuestro grupo veterinario, en Francia, el procedimiento está estandarizado para conseguir un diagnóstico lo más preciso posible: al menos dos lechones de menos de una semana de vida deben enviarse vivos a la unidad de patología de un laboratorio durante la presunta fase aguda de la enfermedad y sin tratamiento previo del lechón o la madre para su necropsia y análisis. Los procedimientos que deben realizarse son:

  • Cultivos
  • Tipados mediante MALDI
  • PCRs
  • Evaluación microscópica de lesiones intestinales

En las granjas francesas gestionadas por nuestros consultores, durante los últimos tres años, C. perfringens tipo A fue el principal patógeno detectado (61,3%), seguido por Enterococcus hirae (43,4%), rotavirus tipo A (RVA) (38,7%), rotavirus tipo C (11,3%) y Escherichia coli enterotoxigénica (3,8%) (Tabla 1).

Tabla 1. Tasa de detección de agentes bacterianos y rotavirus en muestras procedentes de lechones con diarrea.

Patógeno Lechones (n=106) Granjas (n=38)
Número % Número %
Agentes bacterianos aislados mediante cultivo
Clostridium perfringens tipo A 65 61,3 28 73,7
Enterococcus hirae 46 43,4 22 57,9
Escherichia coli enterotoxigénica 4 3,8 3 7,9
Rotavirus detectados mediante PCR
Rotavirus tipo A 41 38,7 19 50,0
Rotavirus tipo C 11 11,3 4 10,5

No se diagnosticó ningún caso de enteritis hemorrágica y necrótica neonatal causada por C. perfringens tipo C durante este periodo. La importancia clínica de E. coli enterotoxigénica y C. perfringens tipo C ha disminuido durante las tres últimas décadas gracias a los programas de vacunación contra ambos patógenos (el 82 % y 75 % de las madres de lechones están vacunadas en nuestra consultoría) y a la mejora de los procedimientos de higiene.

En Francia, C. difficile es una causa poco probable de diarrea neonatal (los patólogos porcinos rara vez han observado lesiones microscópicas asociadas y el patógeno casi nunca se cultiva).

Coinfecciones y diarrea neonatal

Además, observamos que el 50,9 % de los lechones a los que se les hizo necropsia por diarrea neonatal eran positivos para más de un patógeno. En particular, C. perfringens tipo A se aisló simultáneamente con al menos otro patógeno en el 64,6% de los casos positivos (Tabla 2). La asociación más frecuente detectada fue entre Rotavirus A y C. perfringens tipo A (17,9% de los lechones analizados). Por último, varios estudios han sugerido que el virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) contribuye al desarrollo de diarrea neonatal, en particular los que muestran la presencia de macrófagos infectados por el virus del PRRS en la lámina propia del intestino (Gordon, 1992; Yaeger et al, 2002). El estatus frente al virus PRRS de la granja debe revisarse en brotes de diarrea neonatal.

Tabla 2. Detección simultánea de patógenos entéricos.

Detección simultánea de patógenos Lechones (n=106)
Número %
Rotavirus tipo A (RVA) + Clostridium perfringens (C. perfringens) tipo A 19 17,9
C. perfringens tipo A + Enterococcus hirae (E. hirae) 9 8,5
RVA + C. perfringens tipo A + E. hirae 7 6,6
Rotavirus tipo C (RVC) + C. perfringens tipo A 5 4,7
RVA + E. hirae 4 3,8
C. perfringens tipo A + Escherichia coli (E. coli) 3 2,8
RVA + RVC 2 1,9
RVC + C. perfringens tipo A + E. hirae 2 1,9
C. perfringens tipo A + E. hirae + E. coli 1 0,9
RVA + RVC + C. perfringens tipo A 1 0,9
RVC + E. hirae 1 0,9

El diagnóstico de la diarrea neonatal es uno de los más desafiantes en la práctica diaria del veterinario de porcino. Existen dos cuestiones:

  • En primer lugar, los veterinarios porcinos pueden detectar más de un patógeno entérico y tienen que priorizar el asesoramiento para la prevención de uno de estos patógenos
  • En segundo lugar, el conocimiento actual de algunos patógenos, como C. perfringens tipo A, E. hirae, RVC y C. difficile, como patógenos significativos es difícil de confirmar, aunque a veces se comercializan vacunas para algunos de ellos.

Asimismo, la detección de un patógeno por sí solo no basta para aclarar la etiología de los brotes de diarrea neonatal ni para ayudar a los profesionales a diseñar programas preventivos. Las lesiones asociadas relevantes deben examinarse al mismo tiempo que la detección del patógeno entérico para lograr un diagnóstico correcto del agente implicado y todos los factores de riesgo asociados deben revisarse durante la visita a la granja.

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