Durante periodos de exposición a enfermedades, las sustancias inmunes dan lugar a una respuesta metabólica a la infección la cual provoca que los nutrientes destinados al crecimiento vayan destinados a la función inmune.
Proteína: Cuando los animales están expuestos a una enfermedad disminuye la síntesis de proteína y se acelera su degradación. Según Spurlock (1997), el equilibrio entre la síntesis y la degradación cambia de dirección hacia la degradación como consecuencia de por lo menos tres factores:
- La liberación de sustancias inmunes se asocia a menudo a una reducción de la ingesta de forma que el organismo utiliza progresivamente sus propias fuentes de aminoácidos a medida que el sistema inmune lucha contra el patógeno.
- Las respuesta inmune requiere aminoácidos para la síntesis de las proteínas de la fase aguda y otras sustancias (anticuerpos).
- Se fuerza al cuerpo a catabolizar una cantidad desproporcionada de músculo para conseguir la cantidad necesaria por parte del sistema inmune de aminoácidos.
Grasa: Los procesos catabólicos iniciados por el sistema inmune ante una exposición a patógenos también da lugar a importantes cambios en el metabolismo graso. Durante los períodos de activación inmune las reservas de grasa se utilizan como fuente de energía. Algunas de las sustancias inmunes secretadas inducen la expresión de los genes implicados en la producción de la lipasa. Esta enzima divide las lipoproteínas en triglicéridos y posteriormente en ácidos grasos libres y glicerol, que son utilizados como energía por el sistema inmune.
Costs, consequences and control of endemic diseases. G. Dial, C. Rademacher, B. Wiseman, J. Roker and B. Freking. London Swine Conference. 2002.