Prevención y control del síndrome del desmedro (PWMS)

27-ago-2001 (hace 22 años 8 meses 21 días)
En las zonas de Europa donde el virus que causa el síndrome del desmedro (PWMS) se ha extendido, éste se ve como una de las más serias amenazas para la producción porcina encontradas hasta ahora. Mientras que enfermedades como la PPC son tan bien conocidas que permite que se puedan aplicar medidas de bioseguridad racionales, en el caso del síndrome del desmedro estas medidas parecen ser ineficaces. Explotaciones con una bioseguridad elevada donde entran semen o animales de reemplazo de unas pocas granjas abastecedoras sanas pueden padecer la enfermedad de forma severa y mantenerse así durante unos 18 meses o más.

La mayoría de las opiniones de como se extiende la enfermedad son especulativas. Por ejemplo, pruebas de campo sugieren que el síndrome del desmedro se puede transmitir verticalmente. Primerizas sanas procedentes de lotes de cerdos, algunos de los cuales sufrieron la enfermedad al destete, pueden permanecer sanas pero sus descendientes pueden desarrollar la enfermedad después del destete. Este puede ser uno de los medios de prolongar la enfermedad en la explotación. La transmisión lateral entre animales destetados afectados y no afectados no es una característica de la enfermedad pero la transmisión lateral entre explotaciones parece tener lugar. Se desconoce si esta transmisión tiene lugar a través del viento o de otros vectores como, por ejemplo, los pájaros. Tampoco se sabe si se puede transmitir a través del semen.

Se han probado muchas medidas de control pero ninguna ha sido totalmente efectiva. Los productores porcinos han visto que si cambian sus verracos de líneas más musculadas a verracos de líneas menos musculadas, la enfermedad puede disminuir. La vacunación contra parvovirus y PRRSV puede, a veces, dar lugar a una mejora. Vacunar a los animales jóvenes con suero de animales más viejos que han pasado por un brote de la enfermedad parece proteger a los animales, lo cual puede tener implicaciones para el desarrollo de vacunas. Mejoras en el manejo normalmente reducen la mortalidad.

Tom Alexander. Consultor veterinario internacional. Reino Unido.