Flora bacteriana nasal en cerdos de engorde

Rodríguez Delagado O., Gutiérrez martín C.B., García del Blanco N., de la Puente redondo V.A. y Rodríguez Ferri E.F. Flora bacteriana nasal aerobia en cerdos de engorde con ssintomatología respiratoria. Anaporc Científico. Vol. 1.Nº 1. 2001.

21-feb-2002 (hace 22 años 2 meses 29 días)
La flora normal de la cavidad nasal de los animales suele ser un buen indicador del estado sanitario de la explotación. El equilibrio de esta flora impide la proliferación de microorganismos patógenos. Una alteración de este equilibrio podría ser considerada como uno de los factores que contribuyen a la aparición de procesos respiratorios infecciosos.

Se realizó un estudio donde se recogió moco nasal de 200 cerdos de engorde con taquipnea y una temperatura rectal por encima de los 40ºC.

En los cultivos realizados se identificaron gran cantidad de microorganismos, un total de 27 especies o géneros de bacterias Gram negativas y 11 Gram positivas. En la mayor parte de casos sólo se pudo identificar una especie o género a partir de cada animal pero también se observó una colonización mixta. En 29 cerdos (14,5%) se recuperaron 2 microorganismos diferentes, en 15 (7,5%) se recuperaron 3 especies distintas y sólo en 6 animales (3%) fueron recuperadas 4 especies diferentes.

La bacteria encontrada con más frecuencia fue Escherichia coli, que supuso el 29,9% del total de microorganismos identificados seguido por Pasteurella multocida y Mannheimia haemolytica. Este número tan elevado de E. coli puede considerarse normal dado que los hisopos nasales fueron tomados en condiciones de campo sin aplicar medidas especiales de limpieza o desinfección de las fosas nasales y puede, pues, asumirse el origen fecal de la mayoría de estos aislamientos.

Respecto a los patrones de resistencia antimicrobiana, el mayor porcentaje de resistencia fue observado entre las cepas de E. coli seguido por M. haemolytica y P. Multocida.

Se detectaron también un número elevado de especies bacterianas mucho más amplio del identificado hasta el momento, muchas de las cuales no habían sido descritas previamente. De todas formas, sólo unas pocas bacterias (las aisladas con mayor frecuencia) se pueden relacionar de forma directa con las enfermedades respiratorias aunque en ningún momento se pudo establecer una asociación estadística entre ellas y la sintomatología respiratoria observada.