El 02 de marzo de 2025, el presidente estadounidense Donald Trump anunció la imposición de "aranceles recíprocos" a varios socios comerciales globales, que entrarían en vigor el 05 de abril de 2025. Al Reino Unido se le aplicó un arancel adicional del 10 % sobre todas las exportaciones a Estados Unidos, mientras que otros países se vieron afectados por tasas superiores, como la UE con un 20 %, Sudáfrica con un 30 % y Vietnam con un 46 %.
No obstante, el 09 de abril de 2025, Trump anunció una pausa de 90 días en la aplicación de los aranceles más altos, introduciendo un arancel mínimo universal del 10 %, con excepción de China, donde los aranceles se incrementaron aún más. Algunos productos quedaron exentos, como los farmacéuticos y los microchips.
El Reino Unido no cuenta con un acuerdo comercial preferencial con Estados Unidos, por lo que, hasta ahora, sus exportaciones estaban sujetas a los aranceles por defecto de “nación más favorecida”. Para la carne de cerdo, estos aranceles son bastante bajos, y varían desde la exención total en canales y medias canales hasta 1,4 céntimos por kg para cortes y jamones. Con los cambios recientes, todo producto británico deberá asumir un arancel adicional del 10 %, lo que encarecerá las exportaciones y podría provocar una reducción en los envíos.
Sin embargo, tal como se indica en el informe "Perspectivas para el sector agroalimentario" y en nuevas leyes estadounidenses como la Proposición 12, existe una buena demanda por parte de los consumidores de Estados Unidos de productos con mayores estándares de bienestar animal. Los sistemas de producción del Reino Unido difieren notablemente de los estadounidenses y están bien posicionados para cumplir con estas nuevas exigencias y preferencias. Aunque el aumento de precios es un factor negativo, es probable que la caída en la demanda sea limitada. Si el incremento repercutiera en el consumidor final, este aumento del 10 % seguiría estando dentro de las oscilaciones normales de los mercados de materias primas y los tipos de cambio. Por tanto, los productos del Reino Unido deberían seguir siendo asequibles para muchos de los consumidores, generalmente más acomodados, que optan por productos de mayor bienestar animal.
El 08 de mayo de 2025, se anunció un Acuerdo de Prosperidad Económica entre el Reino Unido y Estados Unidos, cuyo objetivo es fortalecer los lazos económicos entre ambos países mediante el aumento del acceso al mercado y la reducción de aranceles, en beneficio de numerosos sectores, como el acero, los automóviles y la agricultura. Aún no se conocen los detalles sobre la carne de cerdo, ya que no se menciona específicamente en el anuncio, pero no se descarta la negociación.
Desde el primer mandato de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos en 2017, la relación comercial con China se ha deteriorado. Trump ha incrementado en múltiples ocasiones los aranceles a productos chinos, comenzando con los aranceles de la sección 301 (25 %) en 2018. Recientemente, estas tarifas aumentaron de forma considerable, alcanzando el 125 % el 10 de abril de 2025. China respondió imponiendo aranceles similares a las importaciones estadounidenses. El 12 de mayo, funcionarios comerciales de Estados Unidos y China anunciaron que Estados Unidos reducirá, por un período de 90 días, los aranceles a las importaciones chinas del 145 % al 30 %, y China acordó reducir los aranceles de represalia del 125 % al 10 %.
Tanto Estados Unidos como China son actores clave en la industria porcina mundial.
Utilizando promedios trienales (2022-2024), Estados Unidos se situó en las siguientes posiciones por volumen:
Mientras tanto, China se posicionó como:
Estados Unidos es el mayor proveedor de carne de cerdo a China, solo por detrás de la UE27. China importa unas 400 000 toneladas de carne de cerdo estadounidense al año, de las cuales más del 70 % corresponde a despojos.
Oportunidades
El aumento de aranceles incrementará el costo del producto estadounidense en China, lo que probablemente llevará a los compradores chinos a buscar proveedores alternativos. Los principales beneficiados podrían ser el Reino Unido, Europa, Brasil y Canadá, todos ellos dentro de los cinco mayores exportadores actuales.
Desde el punto de vista del Reino Unido, los exportadores disfrutan de buen acceso al mercado chino tanto para la carne magra como, más importante aún, para los despojos. Las exportaciones anuales de carne de cerdo británica a China alcanzan un promedio de 120 000 toneladas (2022-2024), de las cuales el 44 % son despojos. Dado el aumento previsto en la demanda china de importaciones y la tendencia creciente de la producción británica, el Reino Unido podría aumentar sus envíos y ganar cuota de mercado frente a Estados Unidos La reciente reautorización de dos plantas en diciembre de 2024 también representa un impulso positivo para el sector.
Riesgos
El volumen de carne de cerdo estadounidense importado por China probablemente disminuirá sustancialmente con los aranceles actuales. Como la mayor parte de este producto no tiene un mercado interno, se redirigirá hacia países con condiciones comerciales más favorables.
Estados Unidos ya dispone de buen acceso para sus despojos en mercados como México, Filipinas, Corea del Sur, Japón y Vietnam. Se espera que gran parte del producto desplazado de China se redirija hacia estos destinos.
Para el Reino Unido, esto significaría mayor competencia en mercados consolidados como Filipinas, Corea del Sur y Japón, y podría limitar las oportunidades en mercados recientemente abiertos como México y Vietnam, especialmente considerando el precio más elevado del producto británico frente al estadounidense.
El desvío de producto también podría ejercer una presión bajista sobre los precios. Si no se logra encontrar mercados alternativos para todo el volumen de exportación estadounidense, el valor de estos productos caerá. Esto afectará a otros mercados globales, ya que se generará un exceso de oferta fuera de China. Estos menores precios se trasladarán a los precios en origen, ya que los exportadores perderán parte del valor añadido de las exportaciones y deberán asumir costes adicionales por deshacerse de producto no deseado.