Llegamos al final de esta serie de artículos sobre el manejo de vacunas. Hemos tratado de abordar todos los aspectos relacionados que deben hacer que estas vacunas nos ayuden en nuestro sistema. Sin embargo, queremos cerrar esta serie hablando del porqué a veces hablamos de “fallos vacunales” o decimos que no estamos seguros de que las vacunas están funcionando, total o parcialmente.
Cuando esto sucede, muchas veces miramos a la vacuna y a un fallo en la protección que genera, pero en muchas ocasiones, este fallo proviene de un uso o manejo inadecuado de las mismas.
DIAGNÓSTICO
Un mal diagnóstico nos hará tomar decisiones incorrectas. Es importante recordar que la detección de un agente infeccioso no es siempre sinónimo de que sea el responsable del problema clínico observado.
La selección de la vacuna frente al patógeno responsable del proceso será fundamental para asegurar que tratamos con éxito el problema clínico.
El objetivo de la vacunación también será clave:
MOMENTO DE APLICACIÓN
Es imprescindible conocer y controlar la dinámica de las enfermedades dentro de la población y esto es diferente en cada granja, por lo que necesitamos monitorizarlo y elegir el momento adecuado de aplicación de la vacuna para que pueda generarse la inmunidad antes de que los animales entren en contacto con el/los patógenos y sea efectiva. Los problemas que se pueden presentar son:
FLUJO DE PRODUCCIÓN INCORRECTO
Una granja mal planificada y manejada, con mezcla de edades en los lotes, excesivas densidades y un mal manejo “Todo Dentro-Todo Fuera” puede aumentar la presión de infección y reducir la efectividad de las vacunas. La mezcla de edades puede predisponer a que un porcentaje de animales no reciba las vacunas o las reciba en el momento equivocado.
ESTADO SANITARIO DE LOS ANIMALES
ANIMALES DÉBILES: Una mala condición corporal o un cerdo que no cubre todas sus necesidades no generará una respuesta inmune efectiva después de la vacunación. Si la cantidad de estos animales en nuestra población de cerdos es alta, no lograremos una buena inmunización del rebaño.
CONSERVACIÓN: NO RESPETAR LA CADENA DE FRÍO
Varios problemas con la conservación de las vacunas (altas o bajas temperaturas, congelación, humedad no controlada, etc.) pueden producir un fallo vacunal. Podéis revisar todos los puntos a seguir en el segundo artículo de esta serie.

CONTROL AMBIENTAL E INSTALACIONES
El estrés afecta la capacidad de generar una buena respuesta a la vacunación. Un ambiente hostil, mala ventilación, temperatura incorrecta, falta de higiene, densidad excesiva, insuficiente espacio de comedero o bebedero, etc., darán lugar a animales en condiciones subóptimas que pueden ser factores predisponentes para una mala respuesta inmune y, por lo tanto, un posible fallo vacunal.
APLICACIÓN DE LA VACUNA
En el anterior artículo de la serie repasamos en profundidad cómo realizar una correcta aplicación de la vacuna, pero hay diferentes decisiones o factores en este proceso de aplicación que podrían provocar fallos vacunales:
DOSIS INCORRECTA: Por supuesto, aplicar la dosis inadecuada puede, con toda probabilidad, dar lugar a un fallo vacunal. Una dosis incorrecta puede venir desde una mala interpretación del prospecto de la vacuna hasta otros aspectos como:
APLICACIÓN INCORRECTA: Personal mal entrenado, que no sigan las recomendaciones que vimos en el artículo anterior, no involucrados en la mejora de la granja, o vacunación realizada muy rápido o sin precisión, podrían terminar en un punto de aplicación incorrecto de la vacuna o una dosis incorrecta.
USO DE SOBRANTES: No conservar en ningún caso viales empezados de vacuna para utilizar posteriormente, primero porque habrán perdido sus condiciones correctas de conservación y segundo porque los viales habrán perdido la esterilidad al introducir las agujas, y podríamos infectar con algún agente que haya contaminado el vial a los animales que vacunásemos con este sobrante. En las fichas técnicas de cada producto encontraremos el tiempo máximo de conservación de cada producto una vez abierto.
MEZCLA CON OTROS PRODUCTOS o vacunas sin estar descrito en el prospecto.
NO VACUNACIÓN: La falta de personal, las urgencias en la granja por problemas mecánicos, averías, etc. nunca pueden justificar que la vacunación no se realice en tiempo y forma. Para ello, debemos dimensionar bien nuestros equipos y tener los planes de contingencia bien claros, por si alguna de estas situaciones se presenta en la granja.
SITUACIONES EXCEPCIONALES: Dentro de los planes de erradicación basados en el uso de vacunas, es imprescindible asegurar la protección de rebaño y para ello, el 100 % de los animales deben recibir la vacuna, incluyendo protocolos específicos para enfermerías, posibles cerdas de desvieje, etc.Además de esto, en ocasiones las vacunas podrían llegar a generar reacciones adversas como fiebre, alteraciones nerviosas y/o digestivas, bajo consumo de alimento, apatía, etc. Estas reacciones pueden presentarse de diferentes maneras y será importante monitorizar bien a los cerdos tras la vacunación para poder actuar cuanto antes. Estas posibles reacciones adversas están descritas en las fichas técnicas de los productos y debemos conocerlas bien para detectarlas y actuar cuando sea necesario.