Mitos y conceptos erróneos sobre las vacunas

Michael Rahe
22-mar-2021 (hace 3 años 6 días)

El dramaturgo ateniense Aristófanes escribió una vez: Es de sus enemigos, no de sus amigos, que las ciudades aprenden la lección de construir muros altos y barcos de guerra. Si bien la cita original habla de la defensa de un estado-ciudad ante el ataque enemigo, esta también se puede aplicar para la protección frente a una enfermedad infecciosa. Durante mucho tiempo, los científicos han estudiado y aprendido de virus, bacterias y parásitos para protegernos mejor de las enfermedades. Gracias a esto, se descubrieron las vacunas y, desde entonces, se sigue investigando y trabajando para continuar desarrollando y mejorando las vacunas. En cerdos, las vacunas son una parte integral del plan para el mantenimiento de la salud porcina. Como consecuencia, a menudo surgen preguntas sobre las vacunas y su interacción con el sistema inmunológico. Este artículo responde algunas de ellas con información de estudios científicos relevantes.

¿Es importante conservar las vacunas a una temperatura de almacenamiento adecuada? ¿puede producirse un fallo de la vacuna si no se conserva a una temperatura adecuada?

Generalmente las vacunas se componen de organismos infecciosos (virus o bacterias) atenuados (debilitados), proteínas o ácidos nucleicos (ADN o ARN), y todos se pueden inactivar o destruir mediante cambios de temperatura, luz o pH. La conservación de la vacuna a una temperatura adecuada, a menudo denominada “cadena de frío”, es muy importante para garantizar su estabilidad y eficacia. Por ejemplo, un estudio de 2011 sobre el virus de la influenza mostró que la incubación de este virus a 50 grados Celsius (122° F) durante 30 minutos resultó en una disminución de 100 veces en el virus infeccioso (Krenn et al). Las fluctuaciones en la temperatura simplemente por la apertura recurrente o el mal funcionamiento del refrigerador pueden ser perjudiciales para la potencia de la vacuna. Además del calor, la congelación puede ser perjudicial para su estabilidad, dependiendo de la vacuna. Debido a esto, es importante leer y seguir las precauciones enumeradas en la etiqueta de la vacuna (figura 1) y consultar las fechas de caducidad.

<p>Figura 1. Es importante leer y seguir las&nbsp;instrucciones que se indican en la etiqueta de la&nbsp;vacuna.</p>

Es muy difícil determinar cuántas vacunas fallan únicamente debido a la incapacidad de mantener la temperatura óptima, ya que existen múltiples causas potenciales de fallo vacunal que incluyen, entre otras: contaminación bacteriana de viales multiuso, desinfección química de jeringas o agujas que inactiva la vacuna, o administración por la vía incorrecta (intramuscular vs. oral). Es importante comprender la diferencia entre percepción de fallo de la vacuna y fallo real. Un ejemplo de percepción de fallo de la vacuna se produce cuando un animal ya está infectado con un agente infeccioso en el momento en que se vacuna contra ese mismo agente. El animal desarrolla la enfermedad y se culpa a la vacuna de ser ineficaz cuando, de hecho, simplemente no hubo tiempo suficiente para que la vacuna indujera una respuesta inmunitaria protectora.

¿Se pueden mezclar las vacunas para administrarlas en una sola inyección?

No es una buena práctica combinar vacunas cuyas etiquetas no indiquen que puedan mezclarse juntas, ya que diferentes vacunas pueden tener incompatibilidades relacionadas con el pH, la solubilidad, los adyuvantes o los conservantes. Además, la mezcla inapropiada de vacunas vivas atenuadas puede afectar la viabilidad del organismo de la vacuna. No obstante, hay combinaciones autorizadas con antígenos o agentes específicos para diferentes patógenos en las que se ha evaluado su compatibilidad y ausencia de interferencia.

¿Cuántas vacunas se pueden administrar de forma segura al mismo tiempo?

No hay una respuesta definitiva ya que existe una marcada variabilidad entre vacunas. Sin embargo, se debe tener cuidado al administrar varias vacunas al mismo tiempo, ya que no se prueban juntas para determinar su seguridad y eficacia, y, como resultado, no está claro cómo los diferentes organismos, antígenos y adyuvantes interactuarán o modularán la respuesta inmunitaria. Si se van a administrar varias vacunas a la vez, se debe evitar la administración de vacunas en la misma ubicación anatómica inyectando una vacuna en el lado izquierdo del cuello y la otra en el lado derecho. Si esto no es posible, es aconsejable la administración en diferentes puntos dentro de la misma región anatómica del cuello. Esto puede ayudar a prevenir la mezcla de vacunas dentro de un sitio de inyección. Además, cuando se inyectan vacunas en un animal, es importante comprender dónde es anatómicamente seguro hacerlo. Por ejemplo, una inyección demasiado cerca de la columna vertebral puede causar compresión o daño de la médula espinal, provocando parálisis.

¿La frecuencia de vacunación influye en la respuesta inmunitaria?

Después de la vacunación, células específicas del cuerpo generan anticuerpos contra las proteínas (antígenos) de la vacuna. Los anticuerpos son importantes para unirse a los patógenos y neutralizarlos. No obstante, el sistema inmunológico también desarrolla una respuesta de memoria contra los antígenos. Consiste en células de memoria tipo centinela que circulan por todo el cuerpo en busca de su antígeno específico. Si encuentran ese antígeno, proliferan y rápidamente comienzan a producir anticuerpos que ayudan a aumentar el título de anticuerpos circulantes. Este refuerzo de la respuesta inmunitaria dio nombre a la "inyección de recuerdo", que es la administración adicional de una vacuna tras una dosis anterior.

Al igual que la respuesta de los anticuerpos, las células de memoria tardan al menos dos semanas en desarrollarse tras la vacunación, por lo que es aconsejable esperar al menos dos semanas entre vacunas de recuerdo. Las etiquetas de las vacunas suelen indicar si es necesaria una dosis de recuerdo; sin embargo, se recomienda consultar con su veterinario para desarrollar un protocolo de vacunación eficaz.

¿Existe alguna diferencia en la respuesta inmunitaria según donde se inyecte la vacuna (cuello vs. jamón)? ¿Es mejor un sitio que otro?

En la bibliografía científica se pueden hallar diferencias en inmunidad según el sitio de inyección. El cuello es el sitio autorizado para vacunar, ya que la inyección en el jamón puede dañar una parte muy valiosa del cerdo. No se conoce ninguna diferencia en la respuesta inmunitaria según el lado del cuello donde se vacune.

¿Las vacunas inyectadas sin aguja generan el mismo nivel de inmunidad que las inyecciones intramusculares?

Se han realizado varios estudios que comparan estos diferentes métodos de administración, y el consenso general es que no hay una diferencia significativa en la inmunidad generada entre la administración de la vacuna por vía intramuscular frente a la administración sin aguja. La administración sin aguja también tiene beneficios, como la eliminación de agujas rotas y los pinchazos accidentales (Chase et al. 2008).

<p>Figura 2. Comparaci&oacute;n de los t&iacute;tulos de anticuerpos neutralizantes del virus (NV) de la enfermedad de&nbsp;Aujeszky (EA) entre cerdos vacunados por v&iacute;a intramuscular (IM), intrad&eacute;rmica&nbsp;(ID) sin aguja y el grupo control (Ferrari et al,&nbsp;2011).</p>

Ferrari et al (2011) compararon los títulos de anticuerpos neutralizantes de virus entre cerdos vacunados por vía intramuscular (IM), intradérmica (ID) sin aguja y el grupo control (figura 2). En el estudio, existe una diferencia pequeña pero no estadística en títulos neutralizantes entre la administración de vacunas IM y sin aguja. Se muestra una diferencia estadística entre ambos grupos vacunados y el grupo control no vacunado. Además, se produce un rápido aumento en los títulos de anticuerpos neutralizantes en ambos grupos vacunados tras la vacunación de recuerdo.

¿Las futuras vacunas tendrán diferentes métodos de administración (agua, alimento, aerosol)?

Ya se han explorado y aplicado varios métodos de administración en algunas especies. En cerdos tiene sentido, en términos de facilidad de administración y generación de protección inmune, la aplicación en ubicaciones anatómicas donde los patógenos infectan y causan enfermedades. Por ejemplo, algunos patógenos solo infectan el tracto gastrointestinal, por lo que se han desarrollado vacunas orales que estimulan a las células inmunes dentro del tracto GI para producir inmunidad en el sitio de la infección.