Estrategias alimentarias para afrontar con éxito el destete (1 de 2): la alimentación de la cerda

Laia Blavi
10-dic-2019 (hace 4 años 4 meses 8 días)

El destete representa una de las etapas más críticas en la producción porcina, como refleja la elevada morbilidad y mortalidad que se produce en los lechones durante este periodo. Iniciar la producción con lechones vitales y cuidar su adaptación en las diferentes etapas puede ayudar a sobrellevar este periodo. La alimentación y manejo de la cerda es también importante para obtener unos buenos resultados productivos de la progenie. Se plantea con esta serie de comunicaciones considerar una estrategia que incorpora numerosas etapas que atender, tanto durante el periodo prenatal como postnatal.

En la mayoría de las explotaciones se trabaja con líneas hiperprolíficas, que conllevan > 30 lechones/cerda/año, y a su vez un menor peso de los lechones al nacimiento. Se estima que aproximadamente un 30% de los lechones sufren diferentes grados de restricción del crecimiento uterino, conocido en los casos más extremos como IUGR (Hales y col., 2013). En el presente texto nos planteamos valorar la posibilidad de intervenir nutricionalmente en el manejo de la alimentación de la cerda en diferentes etapas con el objetivo de promover un mayor peso de los lechones al nacimiento.

Mejorar el crecimiento fetal

La disponibilidad de nutrientes durante la gestación afecta al desarrollo fetal en muchas formas. Por ello es necesario suplementar ciertos nutrientes durante la gestación (Tabla 1), como la Arginina, aminoácido necesario para la síntesis de óxido nítrico (ON) y poliaminas (reguladores de la angiogénesis, embriogénesis y del crecimiento de la placenta y feto (Wu y col., 2010)), micronutrientes metilados (colina, folato, metionina…) que actúan como donadores del grupo metilo a ADN, ARN y a proteínas, L-carnitina que es un cofactor esencial del metabolismo de los ácidos grasos, y ciertos minerales como el Cromo y el Zinc que están involucrados en el metabolismo de carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.

Tabla 1. Nutrientes necesarios para mejorar el crecimiento fetal.

Nutriente Fase Efectos Referencia
L-Arginina Principio gestación (25g/d L-Arg) • ↑ 1 lechón por camada Ramaekers y col., 2006
Metilados: Folato Betaína Vit B12 Toda la gestación • ↑ peso del lechón al final de la gestación
• ↑ el tamaño de camada
Oster y col., 2016 Lindemann, 1993
L-Carnitina Toda la gestación y la lactación • ↑ peso de los lechones al nacer
• ↑ número de lechones nacidos vivos
• ↑ lechones destetados
• ↑ peso de la camada
Musser y col., 1999
Ramanau y col., 2002
Picolinato de cromo Toda la gestación y lactación •↑ la masa corporal de la cerda, la tasa de parto,
• ↑ número de lechones nacidos vivos
• ↑ el número de fibras musculares de los lechones
Real y col., 2008
Wang y col., 2013
Shi y col., 2018
Zinc Toda la gestación y lactación • ↑ peso vivo al parto
• ↑ número de lechones destetados por camada
Payne y col., 2006

Modular la respuesta inflamatoria y antioxidante en las cerdas

La intensa actividad metabólica de la cerda durante la gestación, el parto y la lactación determina un incremento del estrés oxidativo e inflamatorio que puede dar lugar a reabsorción embrionaria, a la presencia de lechones con retraso del crecimiento intrauterino, y a la muerte fetal (Agarwal y col., 2005). Una propuesta interesante es la de mejorar los rendimientos reproductivos de la cerda modulando su estado oxidativo mediante la incorporación de compuestos antioxidantes o antiinflamatorios. Se puede reducir el estrés oxidativo con los activos fitogénicos, compuestos bioactivos derivados de plantas, y antioxidantes como la vitamina E, o reducir el grado de inflamación presumiblemente con las proteínas de plasma animal secado por spray (SDP), ya que en lechones destetados reducen la inflamación intestinal (Bosi y col., 2004; Peace y col., 2011). Las proteínas SDP son una mezcla de inmunoglobulinas, albúmina, fibrinógeno, enzimas, factores de crecimiento, péptidos biológicamente activos, lípidos, etc. La incorporación de aditivos fitogénicos durante la gestación incrementó un 18% el número de lechones nacidos vivos, y la actividad de enzimas antioxidantes (SOD y GSH; Reyes-Camacho, 2019). Añadir de 0.25 a 0.50% SDP durante la lactación mejora el rendimiento productivo de la cerda y de los lechones con un incremento en el peso de la camada, el peso medio del lechón, y un mayor número de lechones destetados (Crenshaw y col., 2007; Frugé y col., 2009). Suplementar con altas dosis de Vit E (250 IU/kg) al final de la gestación y en la lactación, mejora el peso de los lechones al destete, la respuesta humoral (IgG y IgA) y la actividad antioxidante de la cerda y los lechones (Wang y col., 2017).

Incrementar el calostro y la producción de leche

El consumo de calostro y leche representa el primer impulso vital de los lechones tras su nacimiento. Se considera fundamental asegurar que cada lechón consume 250 g de calostro (Quesnel y col., 2012). Sin embargo, la producción de calostro es limitada y puede ser variable. Para maximizar su producción, es importante el desarrollo de la glándula mamaria y su síntesis al final de la gestación. Un exceso de grasa en la glándula afecta a la mamogénesis, por eso se debe evitar sobrealimentar a las cerdas durante la gestación (Farmer y Sørensen, 2001), y a la vez se tiene que movilizar tejido magro al final de la gestación, ya que hay una relación positiva entre la producción de calostro y los niveles de urea y creatinina en plasma (productos de la movilización y oxidación de la proteína) (Loisel y col., 2014).

La producción de leche de la cerda depende en gran parte del número de lechones, la vitalidad de estos, y la ingestión diaria de las cerdas (Solà-Oriol y Gasa, 2017). Sin embargo, incrementar el crecimiento de la glándula mamaria y el flujo de sangre también puede ser una estrategia efectiva para mejorar el rendimiento en la lactación (Kim y col., 2009). Para ello una modulación en la vía Arg-ON podría mejorar el crecimiento vascular del tejido mamario y la absorción de nutrientes, ya que la Arginina es un sustrato de la síntesis del óxido nítrico y este es un vasodilatador y un factor angiogénico. Mateo y col. (2008) observaron que suplementar 0.83% L-Arg durante la lactación incrementaba la producción de leche y el peso de los lechones. Otros AA a tener en cuenta son los AA de cadena ramificada (Leu, Ile y Val). Se ha observado que la Valina se cataboliza a alta velocidad en el tejido mamario (Li y col., 2009). La recomendación para la relación Val:Lys durante la lactación es de 0.90:1 para el crecimiento de los lechones (Carter y col., 2000; Gaines y col., 2006; Richert y col., 1996; Richert y col., 1997; Rousselow y Speer, 1980). Modular el metabolismo de los ácidos grasos con L-carnitina podría ser otra estrategia. Ramanau y col. (2005) suplementaron con L-Carnitina (250 mg/d) durante la lactación y observaron un incremento en la producción de leche. Los galactogogos herbales y farmacéuticos utilizados en humana para mejorar la producción de leche, como el fenogreco, galega, y el cardo mariano (Grzeskowiak y col., 2015; Khan y col., 2018) también se podrían utilizar para las cerdas.

El presente texto pone de relevancia la importancia que la alimentación de la cerda tiene durante la gestación y la lactación. Hay que destacar durante la gestación la importancia de nutrientes que pueden estimular un correcto desarrollo del feto, o preparar la glándula mamaria para producir una cantidad suficiente de calostro y leche. En lactación resulta clave asegurar una elevada producción de leche. La incorporación de nutrientes o compuestos moduladores de la oxidación pueden contribuir a facilitar esta mayor síntesis.