Estrategias nutricionales para prevenir las colienterotoxemias post-destete

Antonio Palomo Yagüe
07-jul-2015 (hace 8 años 9 meses 26 días)

Introducción

El equilibrio de la microflora favorece un adecuado desarrollo y maduración del sistema inmune de base mucosal entérica —donde se producen hasta el 65-70% de las células de defensa—, reduciendo el riesgo de patologías colibacilares post-destete. En las estrategias nutricionales deberemos tener en cuenta a la cerda, al lechón, y a su flora.

El peso de los lechones es un importante factor de riesgo, bien sea al nacimiento como al destete. A menor peso, mayor riesgo de trastornos colibacilares. La nutrición de la cerda en su primer y último mes de gestación, en el periparto y durante toda la lactación nos ayudará a reducir la incidencia de cuadros enterotóxicos en lechones después del destete (foto 1).

Elevado peso de lechones al destete

Foto 1: Elevado peso de lechones al desteteMenor riesgo de patologías colibacilares.

El desarrollo gastrointestinal pre y post-natal es un proceso dinámico y prepara al lechón para su crecimiento futuro. Antes del nacimiento, la maduración del tracto gastrointestinal se ve influida por el estímulo luminal y factores hormonales. En las últimas semanas de gestación el tracto gastrointestinal crece muy rápidamente y sufre cambios en su maduración ligados a la acidez del estómago, la concentración de quimiotripsina y amilasa pancreática, los niveles de tripsina y lactasa intestinal, y la absorción de glucosa y proteína.

Desde el punto de vista nutricional hay 2 momentos clave en el desarrollo del tracto digestivo de los lechones: el momento posterior al parto y la brecha inmunitaria de las 3-6 semanas de vida.

La ingesta de calostro tiene un rol crítico en el crecimiento y maduración del tracto digestivo (Pluske, 2015), y su ingesta adecuada como primer nutriente es básica para reducir la incidencia de cuadros colibacilares durante la lactación y fases posteriores.

La brecha inmunitaria de las 3-6 semanas de vida es el momento de mayor riesgo, y es donde debemos asegurar que los lechones ingieren una cantidad de alimento suficiente para cubrir sus necesidades básicas sin alterar su flora digestiva, que es altamente dinámica en las 2-3 semanas post-destete.

Después del destete, los lechones tienen unos elevados requerimientos nutricionales de agua de bebida de calidad óptima (físico-química y microbiológica), que supone la base nutricional complementaria al pienso en su alimentación. El agua de bebida es una de las fuentes más importantes de diarreas neonatales desde el punto de vista nutricional (supone el 10% del peso vivo de un lechón). El papel del agua de bebida en funciones básicas del organismo es fundamental (termorregulación, homeostasis, transporte de nutrientes y hormonas, equilibrio hídrico, síntesis de proteínas y mantenimiento y crecimiento de tejidos, entre otras), así como su interacción en conductas de comportamiento: si un lechón no bebe lo suficiente no come el pienso que necesita para cubrir sus necesidades básicas.

El objetivo de las principales estrategias nutricionales, tanto de principios básicos como de aditivos y materias primas, es garantizar un efecto beneficioso sobre la flora digestiva de los lechones y su salud intestinal tras el destete, y de esta manera reducir el riesgo de padecer cuadros colibacilares. La flora comensal del tracto digestivo (> 1.000 especies) tiene mayor influencia en la salud y enfermedad de los cerdos de lo que se pensaba (Lewis, 2013).

 

A. Recomendaciones en principios nutricionales

 

B. Recomendaciones en materias primas y aditivos

Aparato digestivo de un lechón de 23 días de vida

Foto 2: Aparato digestivo de un lechón de 23 días de vida.