Esperando el maíz

Jordi Beascoechea i Pina

3 de octubre de 2013

14-oct-2013 (hace 10 años 7 meses 5 días)

El último informe de stocks del departamento de agricultura de Estados Unidos del día 30 de septiembre siguió haciendo hincapié en un aumento de stocks de maíz y de soja en Estados Unidos, y una disminución de los stocks de trigo. Por una vez, el mercado de Chicago se ha comportado siguiendo la lógica: los futuros, tanto el lunes 30 como el martes 1 de octubre, cotizaron en rojo en Chicago. Ahora bien, el problema aparece cuando intentamos trasladar esta bajada a nuestro mercado (el europeo en general y el mediterráneo en particular), aquí la lógica se detiene.

Para empezar nos centraremos en el maíz. El precio sigue tensionado para los inmediatos debido a que estamos empezando la cosecha y la oferta es escasa para el maíz nacional, por lo menos hasta mediados de octubre, e insuficiente para cubrir la demanda. Debemos tener en cuenta que las existencias en los puertos son muy escasas hasta la llegada de los barcos procedentes del mar Negro. Sin embargo las posiciones a más largo plazo, ya sea noviembre/enero o febrero/mayo, hace poco más de un mes que no padecen casi oscilaciones de precio (2 €/Tm arriba o abajo dependiendo del momento y de la divisa). Particularmente el maíz esta sujeto a 3 sentimientos:

En cuanto al trigo, la problemática es distinta. En el sur de Europa y norte de África la cosecha ha sido buena, pero la retención por parte del agricultor es muy alta, por varios motivos:

Es probable que la bajada prevista para el trigo y la cebada no la veamos hasta el próximo año, sobre todo cuando tengamos datos de siembra y preveamos una futura cosecha más o menos buena, es decir entre enero y marzo. Además, y esto es de cosecha propia, hay bastantes agricultores en España, y me imagino que en el resto de países también, a quienes no les interesa vender hasta el próximo año por problemática fiscal, independientemente del precio. Esto también es válido para la cebada. Por lo tanto, todo me induce a pensar que poco a poco los precios irán cediendo a medida que avance la cosecha y se alineen con los precios del puerto más transporte. Todo ello con un ojo puesto en los franceses que hoy por hoy siguen sin respirar. Entre tanto asistiremos a fórmulas de pienso basadas básicamente en maíz y en cuatro kilos de trigo, de cebada, de centeno o del cereal que sea.

Pasemos ahora a hablar de la soja. Es un pez que se muerde la cola. El mercado comprador esperando la ansiada bajada no tiene coberturas (me canso... ¿llevamos dos años hablando de lo mismo?) y los importadores ante la falta de ventas a futuros y con un mercado de futuros inverso no traen barcos. A ellos debemos añadir las paradas por motivo de mantenimiento anual que harán las dos extractoras en Barcelona y ya tenemos un cóctel que mes a mes se repite y hace que independientemente del comportamiento del mercado de Chicago aquí el precio se mantenga alto. Esta situación se mantendrá así un mes o dos más, por lo menos. Lógicamente los productos proteínicos que pueden sustituir parte del consumo siguen la estela y mes a mes cotizan al alza (ya sea colza o girasol). En definitiva seguimos como siempre.