Manejo alimentario de las futuras reproductoras

Luis Sanjoaquin Romero
04-ene-2013 (hace 11 años 4 meses 14 días)

Las nulíparas constituyen el 25% del censo de nuestra explotación y es muy importante que su manejo sea lo mejor posible, ya que son indispensables para mantener una estructura censal correcta y unos niveles productivos óptimos.

Aunque hay otros aspectos fundamentales que debemos tener en cuenta: genética, sanidad, manejo, instalaciones, etc… El futuro desarrollo de las cerdas nulíparas, y por lo tanto el correcto funcionamiento de nuestra explotación, viene determinado en gran medida por el manejo alimenticio que administremos a las cerdas hasta la primera cubrición. Esto será fundamental para alcanzar los siguientes objetivos:

La fase comprendida entre la entrada a cebadero hasta la cubrición la vamos a dividir en dos periodos de tiempo:

  1. De 20 a 80 kilogramos. Aplicaremos un único tipo de pienso.
  2. De 80 kilogramos hasta la cubrición. Aplicaremos uno o dos tipos de pienso.

En la mayoría de las granjas que visito usamos dos tipos de pienso; de 20 a 80 kilos y de 80 kilos hasta la cubrición. El primer pienso se administraría desde los 20 hasta los 80 kilogramos; el segundo pienso a partir de los 80Kg. También existe la posibilidad de administrar un tercer pienso a partir de los 105 Kg.
Otro aspecto fundamental es el control de calidad de las materias primas que se usan en estos piensos sobre todo en lo referido a micotoxinas:

Un correcto control debería empezar desde la cosecha, el almacenamiento y terminar a nivel de granja. Donde una de las formas más comunes es el uso de secuestrantes de micotoxinas en el pienso, también debemos tener los silos en las mejores condiciones posibles y realizar una limpieza y desinfección de los silos 2-3 veces al año.

1. Pienso de 20 a 80 kg:

En esta fase el objetivo es optimizar el crecimiento magro y corporal, así como sentar las bases para un buen desarrollo óseo.

Los requerimientos energéticos y el perfil de aminoácidos son similares a los animales de cebo, por tanto el pienso se va administrar siempre ad libitum.

En principio durante este periodo podríamos usar cualquier dieta comercial destinada a animales de cebo, ya que cumpliría con los requisitos marcados.

2. Pienso de 80 kg hasta cubrición:

El pienso que usemos para esta segunda fase debe ser específico para futuras reproductoras. Las diferencias en esta fase son notorias respecto a los animales de cebo y debemos usar correctores vitamínico-minerales para futuras reproductoras.

Durante esta fase confluyen dos funciones de vital importancia, como son la reproducción (con la aparición de la pubertad, primeros celos, ovulación, fecundación,…) y la del propio crecimiento del animal ya que, en genéticas modernas se considera que siguen creciendo hasta el tercer parto.

En este caso la alimentación puede ser ad libitum o restringida; si usamos alimentación restringida debemos tener cuidado con los momentos cercanos a la cubrición ya que podríamos afectar la tasa de ovulación.

En el periodo de recría la cerda elabora las reservas minerales para toda su vida y debido a su importancia debemos usar dietas con premezclas vitamínico-minerales específicas para futuras reproductoras.

CONCLUSIONES: