Efecto del desarrollo del peso vivo y la reproducción en cerdas de primer parto en el rendimiento reproductivo en el segundo parto
L.L. Hoving, N.M. Soede, E.A.M. Graat, H. Feitsma and B. Kemp. Effect of live weight development and reproduction in first parity on reproductive performance of second parity sows. Animal Reproduction Science. 2010. Vol. 122 (1-2): 82-89.
22-oct-2010 (hace 13 años 6 meses 27 días)Con el objetivo de cuantificar el efecto del desarrollo del peso vivo y la reproducción en cerdas de primer parto en el rendimiento reproductivo en el segundo parto, se tomaron datos del peso vivo en la primera inseminación, en el momento del parto y en el destete así como datos reproductivos (número de lechones nacidos totales, intervalo destete-cubrición, período de lactación y lechones destetados en dos explotaciones experimentales.
Ambas explotaciones presentaron diferencias significativas en el desarrollo del peso vivo de las cerdas y por lo tanto los datos fueron analizados por explotación. En comparación con las hembras de la granja A, las de la granja B eran mayores y más pesadas en la primera inseminación (275 ± 0,9 días y 145 ± 0,8 kg vs 230 ± 0,6 días y 124 ± 0,5 kg para las explotaciones B y A, respectivamente), en el primer parto (189 ± 1,1 vs 181 ± 0,9 kg) y en el destete (165 ± 1,1 vs 156 ± 0,9 kg). La pérdida de peso durante la gestación fue similar en ambas granjas (24,9 ± 0,7 y 23,7 ± 1,0 kg). Las primerizas de la explotación A, sin embargo, aumentaron más de peso en el período comprendido entre la primera inseminación y el primer destete en comparación con las cerdas de la explotación B (36,1 ± 0,8 y 20,9 ± 1,3 kg). El porcentaje de cerdas no gestantes en el segundo parto fue del 11% para A y del 15% para B. El tamaño de las camadas en el primer y segundo parto fue, respectivamente, de 10,7 ± 0,1 y 11,6 ± 0,2 para A y 11,8 ± 0,1 y 11,6 ± 0,1 para B. En relación con las variables que podían afectar sobre la no gestación y la camada en el segundo parto, en la explotación A la principal variable que afectó a estos dos parámetros fue el desarrollo del peso vivo mientras que en la explotación B las variables que más afectaron fueron el número de nacidos totales en el primer parto y la línea genética. En ambas explotaciones, el aumento de la ganancia de peso entre la primera inseminación y el destete se asoció con una disminución de la no gestación y en la explotación A con un tamaño de la camada superior en el segundo parto.
Los resultados muestran que el desarrollo del peso vivo de las cerdas afecta sobre el rendimiento reproductivo en el segundo parto, especialmente en una explotación donde las hembras presentan un peso corporal relativamente bajo o son demasiado jóvenes en el momento de la primera inseminación. El manejo de estos animales debe tener como objetivo optimizar el desarrollo en la primera inseminación y aumentar el crecimiento entre la primera inseminación y el destete con el objetivo de mejorar el rendimiento reproductivo en el segundo parto.
Ambas explotaciones presentaron diferencias significativas en el desarrollo del peso vivo de las cerdas y por lo tanto los datos fueron analizados por explotación. En comparación con las hembras de la granja A, las de la granja B eran mayores y más pesadas en la primera inseminación (275 ± 0,9 días y 145 ± 0,8 kg vs 230 ± 0,6 días y 124 ± 0,5 kg para las explotaciones B y A, respectivamente), en el primer parto (189 ± 1,1 vs 181 ± 0,9 kg) y en el destete (165 ± 1,1 vs 156 ± 0,9 kg). La pérdida de peso durante la gestación fue similar en ambas granjas (24,9 ± 0,7 y 23,7 ± 1,0 kg). Las primerizas de la explotación A, sin embargo, aumentaron más de peso en el período comprendido entre la primera inseminación y el primer destete en comparación con las cerdas de la explotación B (36,1 ± 0,8 y 20,9 ± 1,3 kg). El porcentaje de cerdas no gestantes en el segundo parto fue del 11% para A y del 15% para B. El tamaño de las camadas en el primer y segundo parto fue, respectivamente, de 10,7 ± 0,1 y 11,6 ± 0,2 para A y 11,8 ± 0,1 y 11,6 ± 0,1 para B. En relación con las variables que podían afectar sobre la no gestación y la camada en el segundo parto, en la explotación A la principal variable que afectó a estos dos parámetros fue el desarrollo del peso vivo mientras que en la explotación B las variables que más afectaron fueron el número de nacidos totales en el primer parto y la línea genética. En ambas explotaciones, el aumento de la ganancia de peso entre la primera inseminación y el destete se asoció con una disminución de la no gestación y en la explotación A con un tamaño de la camada superior en el segundo parto.
Los resultados muestran que el desarrollo del peso vivo de las cerdas afecta sobre el rendimiento reproductivo en el segundo parto, especialmente en una explotación donde las hembras presentan un peso corporal relativamente bajo o son demasiado jóvenes en el momento de la primera inseminación. El manejo de estos animales debe tener como objetivo optimizar el desarrollo en la primera inseminación y aumentar el crecimiento entre la primera inseminación y el destete con el objetivo de mejorar el rendimiento reproductivo en el segundo parto.