Utilización de fosfatos inorgánicos en la dieta de los lechones
Chauvel, J. et Granier, R. Intérêt des phosphates inorganiques dans l’alimentation du porcelet. Journées de la Recherche Porcine en France, 35.2003.
02-may-2003 (hace 21 años 16 días)Se realizó un estudio con 360 lechones (12 a 25 kg PV) que fueron alimentados con una de las dietas siguientes: dos dietas en las que parte del fósforo fue suplido por fósforo procedente de fuentes inorgánicas (fosfatos mono o bicálcicos) y una tercera dieta con un suplemento de fitasa microbiana.
Se comparó el crecimiento de los animales (n=360, 60 machos castrados y 60 hembras por tratamiento) y el balance del fósforo (n=120; 4 corrales de 10 individuos cada uno por tratamiento). Los piensos se granularon 80°C. Este tratamiento suprimió prácticamente toda actividad de la fitasa de las materias primas y redujo en un 60% la actividad de la fitasa microbiana del tratamiento 3.
Durante el estudio se observó, principalmente en los machos castrados, un mayor crecimiento cuando la dieta contenía fosfatos inorgánicos. Respecto al balance del fósforo, la cantidad de fósforo excretado fue menor en el tratamiento 3 mientras que la mayor retención de fósforo se observó en los animales alimentados con las dietas 1 y 2 dando lugar a un contenido en los huesos de fosfato bicálcico y monocálcico un 10 y 5% superior respectivamente en comparación con la dieta con fitasas.
Se comparó el crecimiento de los animales (n=360, 60 machos castrados y 60 hembras por tratamiento) y el balance del fósforo (n=120; 4 corrales de 10 individuos cada uno por tratamiento). Los piensos se granularon 80°C. Este tratamiento suprimió prácticamente toda actividad de la fitasa de las materias primas y redujo en un 60% la actividad de la fitasa microbiana del tratamiento 3.
Durante el estudio se observó, principalmente en los machos castrados, un mayor crecimiento cuando la dieta contenía fosfatos inorgánicos. Respecto al balance del fósforo, la cantidad de fósforo excretado fue menor en el tratamiento 3 mientras que la mayor retención de fósforo se observó en los animales alimentados con las dietas 1 y 2 dando lugar a un contenido en los huesos de fosfato bicálcico y monocálcico un 10 y 5% superior respectivamente en comparación con la dieta con fitasas.