Erradicación del PRRS en una explotación con un alto estado sanitario formada por cerdas y verracos procedentes de explotaciones negativas
Desrosiers R, Boutin M. An attempt to eradicate porcine reproductive and respiratory syndrome virus (PRRSV) after an outbreak in a breeding herd: eradication strategy and persistence of antibody titers in sows. Swine Health Prod. 2002;10(1):23-25.
09-jul-2002 (hace 21 años 10 meses 9 días)A continuación se exponen los pasos seguidos para intentar erradicar el PRRS de una explotación con un alto estado sanitario formada por cerdas y verracos procedentes de explotaciones negativas.
Durante el proceso de erradicación las primerizas de reemplazo y las cerdas fueron infectadas deliberadamente con la cepa presente en la explotación exponiéndolas a lechones o a tejidos de lechones muertos en las parideras mientras que todos los verracos fueron eliminados y las cubriciones se realizaron mediante inseminación artificial. Tras la exposición la explotación se mantuvo cerrada durante 23 semanas pero antes del cierre se introdujo el mayor número de primeras de reemplazo posible para reducir el impacto económico durante el periodo de cierre.
Durante los dos años siguientes al intento de erradicación de la enfermedad no se volvieron a observar signos clínicos y no hubo evidencias de la circulación del virus en la explotación, verificado mediante una prueba ELISA. Aproximadamente una tercera parte de las cerdas presentes en el momento en que tuvo lugar el brote de la enfermedad seguían siendo seropositivas 20 meses después de la infección.
Durante el proceso de erradicación las primerizas de reemplazo y las cerdas fueron infectadas deliberadamente con la cepa presente en la explotación exponiéndolas a lechones o a tejidos de lechones muertos en las parideras mientras que todos los verracos fueron eliminados y las cubriciones se realizaron mediante inseminación artificial. Tras la exposición la explotación se mantuvo cerrada durante 23 semanas pero antes del cierre se introdujo el mayor número de primeras de reemplazo posible para reducir el impacto económico durante el periodo de cierre.
Durante los dos años siguientes al intento de erradicación de la enfermedad no se volvieron a observar signos clínicos y no hubo evidencias de la circulación del virus en la explotación, verificado mediante una prueba ELISA. Aproximadamente una tercera parte de las cerdas presentes en el momento en que tuvo lugar el brote de la enfermedad seguían siendo seropositivas 20 meses después de la infección.