Inseminación con dosis bajas en primerizas sincronizadas

Krueger C, Rath D, Johnson LA. Theriogenology 52(8):1363-1373, 1999.

02-mar-2000 (hace 24 años 2 meses 17 días)
Las técnicas convencionales de inseminación en cerdas requieren de 2 a 3x10(9) espermatozoides por dosis. Utilizando la última tecnología de alta velocidad de clasificación de espermatozoides se pueden clasificar sólo unos 5 - 6 millones de espermatozoides por sexo y hora. El objetivo de este estudio fue descubrir la concentración mínima de espermatozoides con un bajo volumen para inseminar cerdas sin disminuir el índice de fertilidad y tamaño de la camada mediante inseminación intrauterina profunda (IUI). Se recogió semen de verracos y se diluyó con Androhep a 5x10(8), 1x10(8), 1x10(7), 5x10(6), 1x10(6) espermatozoides/0,5 mi. En la primera prueba, se sincronizaron primerizas prepuberales y se inseminaron quirúrgicamente en la punta de cada cuerno uterino 32 ó 38 horas después de recibir un tratamiento hCG o en el momento de ovulación, respectivamente. Los índices de gestación y partos no difieron significativamente excepto en la concentración más baja de espermatazoides si se inseminaron 32 ó 38 horas después de tratamiento con hCG. Adicionalmente, se inseminaron 9 primerizas de forma no quirúrgica con esperma 1x10(9) como control. Las primerizas se sacrificaron a las 48 horas de la inseminación y se recuperaron los embriones. Los embriones se cultivaron en NCSU 23 (120 h), evaluados morfológicamente y teñidos con tinte fluorescente (Hoechsst 33342) para visualizar los núcleos. Los índices de recuperación variaron entre el 71,4% y el 84,4%. El índice de fertilización de la concentración más baja de espermatozoides (1x10(6) espermatozoides/cuerno) diferió significativamente de todos los otros grupos. Los índices de división en las fases específicas de desarrollo no se diferenciaron. Después de 5 días de cultivo in vitro, los embriones se desarrollaron a mórula y blastocitos. En conclusión: no se observaron grandes diferencias entre los grupos de inseminación, siempre y cuando hubiera como mínimo 10 millones de espermatozoides por primeriza. El volumen bajo fue suficiente para conseguir con éxito la inseminación intrauterina profunda. El desarrollo embrionario fue comparable a los controles.