Utilización de jabones cálcicos en la alimentación del cerdo ibérico

Así lo ve Imasde

27-sep-2002 (hace 21 años 7 meses 22 días)

En la producción del cerdo ibérico la alimentación juega un papel especialmente clave por su repercusión sobre la calidad de la canal y de la carne. En este contexto, es el tipo de grasa el factor sobre el que más podemos influir, y a su vez, uno de los que con mayor fuerza determinan la calidad del producto final en los productos derivados del cerdo ibérico.

Ya que la mayor cantidad de grasa se deposita en la última fase de cebo, normalmente las dietas de última fase incluyen un elevado porcentaje de extracto etéreo, lo que genera importantes problemas tecnológicos. Además, el perfil de esta grasa añadida debe adaptarse al perfil que se desea en el producto final, con elevados aportes de ácido oleico, y cantidades muy limitadas de poliinsaturados, especialmente ácidos linoleico y linolénico.

Lo anteriormente expuesto ha provocado un elevado interés por el sector por la utilización de jabones (normalmente cálcicos) en la alimentación del cerdo ibérico. Un jabón cálcico es una sal formada por dos ácidos grasos y un átomo de Ca, tras un reacción de saponificación. Fueron diseñados para la alimentación de vacas de alta producción, ya que éstos son estables a pH neutro o ligeramente ácido, pero se disocian a pH del orden (o inferior) a 5,5 (la estabilidad depende del grado de insaturación del ácido graso), liberando a nivel estomacal los ácidos grasos y el Ca. Por tanto el valor nutricional de los jabones cálcicos se basa en su contenido en grasa (78-84%), a la que se le debe dar un valor de digestibilidad equivalente a una oleína, por la liberación de los ácidos grasos libres, y su contenido en Ca. El interés de utilizar esta materia prima en el cerdo ibérico es la posibilidad de utilizar oleínas de aceite de oliva o de girasol rico en oleico en forma de sal, ya que los perfiles se ajustan muy bien a las necesidades del mercado. Además este tipo de grasa es de origen vegetal, cualidad altamente demandada en la actualidad para la alimentación animal por los consumidores. Sin embargo y debido a su novedad, la realidad es que hay muy pocos datos, y algunos de ellos son sensiblemente diferentes a los esperados.

Las ventajas de utilización de los jabones son:


Sin embargo se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

Se concluye que a pesar de que hay pocos datos, se puede decir que los jabones cálcicos de oleína de oliva o similares son una fuente de grasa de origen vegetal en la alimentación del cerdo ibérico, y que cuando se utiliza con las consideraciones propuestas, constituye una alternativa real como fuente energética sin impactos negativos sobre la calidad del producto final.