Destete en salas diáfanas, una alternativa para gestionar el aumento de producción

Abelardo López Ramos
06-sep-2016 (hace 8 años 2 meses 2 días)

Evolución de la producción

Es evidente que, desde los primeros años 2000 hasta el presente, las condiciones de cría de los lechones han sufrido cambios sustanciales en varios aspectos.

Los avances genéticos en las cerdas denominadas hiperprolíficas comportan nacimientos con medias superiores a los 14 lechones vivos. De esta manera nos encontramos con un mayor número de animales al destete, que tienen grandes diferencias de peso entre ellos y que, en muchas ocasiones, se alojan en cuadras que han sido calculadas para una producción de hace más de 10 años.

Como podemos ver en la Tabla 1, el aumento en prolificidad y el promedio de destetados se ha acelerado en los últimos años.

Tabla 1. Número de lechones nacidos y destetatdos por camada en distintos periodos. Fuente: BDporc

Aumento de: 2010-1s 2015 2005-2010 2000-2005
Nacidos totales +1,36 +0,89 +0,54
Promedio de destetados +1,04 +0,75 +0,36

 

Hay que tener en cuenta que no sólo contamos con la misma superficie por animal sino que también la superficie de comedero es la misma con la que se contaba cuando la prolificidad era menor, por lo que claramente vamos a tener un problema añadido en cantidad de superficie de comedero por lechón alojado, y una mayor dificultad en el acceso a dicho comedero por parte de todos los integrantes del grupo de lechones destetados.

A todo esto hay que añadir que este aumento de producción se ha producido en un contexto de bajas postdestete muy estable (gráfico 1), por lo que podemos estar hablando de una reducción del espacio por lechón cercana a un 10 %.

 

Lechones por cerda y año

Lechones por cerda y año

Gráfico 1. Evolución de la productividad por cerda y la mortalidad posdestete. Fuente: SIP Consultors.

La reducción de espacio, que afecta a la densidad y la accesibilidad al comedero, es un limitante estructural en las granjas que frena el desarrollo y el crecimiento de los lechones, perjudicando, en el caso de la nutrición, el potencial con el que se han formulado los piensos.

Otra consecuencia inmediata en estas condiciones es la dispersión y desigualamiento de los animales al final de la fase, con lo que esto implica en cuanto a pérdida de rentabilidad en la siguiente fase de engorde, con prolongación en la estancia, menor rotación de plazas al final de año, penalizaciones en matadero, etc.

 

Espacio por animal al destete. Salas diáfanas

Así, en los destetes contamos con una menor superficie real por lechón destetado, lo que aumenta los problemas de la jerarquización, y las zonas de descanso, zona de alimentación y zona sucia se alteran y se entremezclan, reduciendo el confort, especialmente en los menos favorecidos.

Si no hay zonas de descanso/alimentación bien definidas, los lechones más fuertes descansan cerca de los comederos, impidiendo que los más pequeños puedan acceder fácilmente. Si queremos reorganizar posteriormente a estos lechones que se van quedando atrás, tenemos más problemas de jerarquización, a veces peores que los primeros.

Hay estudios (Donadeu, 2011) en los que se determina que en espacios grandes el comportamiento productivo de los lechones es mejor si priorizamos el espacio por lechón sobre el espacio de comedero por lechón.

 

Salas diáfanas frente a convencionales 1

Foto 1 y 2. En las salas diáfanas el espacio disponible por lechón es mayor que en las salas convencionales. Fuente: Andrés Donadeu, 2011

 

Una solución pueden ser las salas diáfanas, es decir, mantener el mismo número de comederos y bebederos de una sala convencional con varias cuadras, pero eliminar las divisiones, dejando un sólo grupo en el mismo espacio. En nuestras experiencias, el aumento de espacio medio para los lechones fue de un 12 %, con una permanencia de 6 semanas (20 kg pv). Con este aumento, nos acercamos más a la normativa de bienestar de 0,20 m2/animal, que en las condiciones estándar (tabla 2).

Tabla 2. Variación en la densidad y el acceso al comedero en salas diáfanas respecto a salas convencionales. Fuente: Andrés Donadeu, 2011.

  Densidad (m2/lechón) Comedero (cm/lechón)
granjas sala parques sala diáfana sala parques sala diáfana
A 0,166 0,189 3,30 3,33
B 0,227 0,258 6,18 6,17
C 0,201 0,221 5,25 5,17
D 0,186 0,204 4,13 4,11
Promedio 0,195 0,218 4,715 4,695

 

Cuando trabajamos con lotes grandes de lechones y el espacio por lechón se incrementa, las luchas y los daños ocasionados se reducen considerablemente (tabla 3). Las mediciones se realizaron entre el primer y el segundo día desde la entrada.

Tabla 3. Proporción de animales lesionados en salas diáfanas y convencionales. Fuente: Andrés Donadeu, 2011.

  % animales lesionados     % animales lesionados
granjas sala parques sala diáfana grado lesiones sala parques sala diáfana
A 76,1 29,8 a I 21,4 13,1
B 83,2 14,8 b II 19,2 3,7
C 69,3 20,5 c III 29,7 2,2
D 78,9 18,2 d IV 1,1 0,8
E 58,4 12,4 Total 71,4 19,8
F 62,6 23,1        
Promedio 71,4 19,8        

 

¿Por qué ocurre esto? Podríamos citar algunos factores:

Para cada sala diáfana, contamos con uno o dos parques para lechones inmaduros que nos permiten ajustar mejor los piensos, así como los tratamientos específicos para estos animales.

Es interesante apuntar que en general se mejora el sistema de ventilación, ya que los lechones son capaces de distanciarse más de las zonas sucias, en general, y autorregular su confort.

En general, los problemas de reagrupamiento posterior en los cebaderos son menores con este tipo de grupos que los lechones procedentes de grupos más pequeños.