Argentina: incertidumbre en la soya y maíz por el ataque de spiroplasma

14 de Marzo de 2024 | Bolsa de Comercio de Rosario | Argentina www.bcr.com.ar

18-mar-2024 (hace 1 meses 21 días)

Las lluvias de febrero lograron poner un piso a la oleaginosa y hay una pequeña mejora de 500 000 t respecto a lo estimado en febrero. Maíces tardíos en jaque, la enfermedad que es transmitida por la chicharrita y típica del norte, llegó a Córdoba y Santa Fe y se observan fuertes daños.

Las lluvias a partir de febrero pusieron un piso a los rindes, mejoraron las condiciones de llenado de las soyas de primera. En soyas de segunda, si bien tuvieron un gran impacto en la recuperación, es una recuperación que en términos productivos es limitada, ya que venían muy afectadas. Con este panorama, el rinde nacional alcanza una pequeña mejora pasando en marzo a 3.02 t/ha. La producción argentina de soya se estima en 50,0 Mt, medio millón de toneladas más que hace un mes. Respecto al malogrado ciclo pasado el país producirá una cosecha y media más que en lo que fue el peor ciclo de la agricultura moderna en Argentina.

Santa Fe y Córdoba encabezan con una pequeña ganancia las mejoras de rinde respecto a febrero.

En el norte argentino, lo que suceda con las lluvias de los próximos días será importante para seguir limitando los daños, ya que la soya está entre fructificación y principios del llenado y las lluvias han sido escasas y muy heterogéneas durante buena parte de febrero.

Pero lo que está encendiendo todas las alarmas de la región central, en particular en las provincias de Córdoba y Santa Fe, es el alcance y daño que se está observando por spiroplasma en maíces tardíos. Se trata de una enfermedad que está asociada a un vector: la chicharrita. Si bien esta enfermedad es típica del norte del país, este año por condiciones de clima (falta de agua y calor), la forma escalonada en la que se ha sembrado y el aumento en hectáreas del maíz tardío, la plaga muestra un crecimiento poblacional y una cobertura que no había sido antes vista.

En el centro de Santa Fe, hay lotes que no se van a cosechar por Spiroplasma, y estiman pérdidas del 70 al 80%.

El virus y las bacterias que transmite el vector pueden cortarle el llenado a la planta. Por eso es una enfermedad que genera tanta incertidumbre.