Otoño a la baja, sacudidas y batalla oculta

Guillem Burset
29-nov-2022 (hace 1 años 4 meses)

Excepción tras excepción y sobresalto tras sobresalto, nos acercamos al final del ejercicio. Jamás anteriormente habíamos vivido un año parecido. La guerra en Ucrania y las perturbaciones en las globalizadas cadenas de suministro han provocado situaciones delicadas y nunca vistas anteriormente.

El mercado español del cerdo sigue su camino como estaba previsto: desde el máximo de 1.72 el precio ha descendido suavemente hasta el actual 1.64. Nos hemos dejado 8 céntimos en el camino o lo que es lo mismo, un 5% del valor máximo conocido. Este 5% no es nada comparado con más de 70% de revalorización experimentado entre enero (EUR 1.02kg, recordémoslo) y septiembre.

En España, por ahora y estructuralmente, existe una capacidad de beneficio instalada que excede, con mucho, la oferta del vivo aún en sus máximos actuales. Es decir, que la oferta no basta para satisfacer la demanda tal y como están las cosas hoy en día. La realidad actual es que las plantas de beneficio necesitan los cerdos y detrás de ellos van dejando por el camino jirones de su margen. En noviembre se está beneficiando más que nunca (las dos últimas semanas han sido de récord) y aun así, los cerdos recuperan peso a marchas forzadas. La planta de beneficio sigue sin margen y el industrial suspira por una bajada de los precios de la carne que no llega.

Europa afronta un invierno con todos los datos históricos fuera de juego: en Alemania se constata semana tras semana un retroceso importantísimo en la oferta, en Polonia se habla de reducciones de beneficios de más de un 15% respecto del año pasado, Dinamarca ha anunciado recientemente una retracción de su censo porcino de un 10%... En general, en nuestro continente, nadie es capaz de mirar al futuro con optimismo. La reducción de las cabañas es un hecho doquiera que miremos con la notable excepción de… sí, lo han adivinado: ¡España! (si se redujera en 2022 lo haría en menos de un 1%: inapreciable).

Evolución del censo porcino en los principales productores europeos

Intentando observar el mercado mundial (a nuestros competidores y a nuestro principal cliente) con perspectiva, miremos lo que está ocurriendo con los precios en relación a nosotros:

De modo que la realidad de estos precios nos empuja a una reflexión: ¿podremos continuar más caros que nadie -en el mundo occidental- siendo cómo es que exportamos bastante más de la mitad de lo que producimos? Una gran pregunta con una respuesta bastante evidente: no nos parece posible a medio y a largo plazo.

En este año extraño y perturbado, zarandeado por todas partes, uno tiene la impresión de que en España todos los operadores del porcino han estado corriendo, corriendo incesantemente; sin tiempo para parar, respirar y ver las cosas con un mínimo de perspectiva. Al estilo de la película vintage “Danzad, danzad malditos”.

Estamos asistiendo a un totum revolutum que, aún siendo aparatoso, no basta para esconder ni disimular un cambio estructural -espectacular- en el seno de la UE: el centro de gravedad de la producción porcina europea se desplaza inexorablemente hacia el sudoeste del continente. Se trata de un movimiento tectónico, que responde a unas inmensas fuerzas telúricas y para el que no hay marcha atrás. Por las razones que sean, en Centroeuropa no ha sido rentable engordar cerdos y en España sí.

En nuestra lonja de referencia se plantea cada semana un dilema: las plantas de beneficio piden cerdos a pesar de su escaso margen, los pesos medios en canal se han recuperado velozmente a pesar de la magnitud de los beneficios y los ganaderos intentan enrocarse en una defensa numantina de su posición. La realidad es que las bajadas otoñales han sido muy suaves y seguimos en unos precios de récord, todavía cómodamente por encima del precio de costo. Esa resiliencia del precio del porcino español a situarse por debajo del precio de costo es la que, en última instancia, explica porqué aquí la cabaña no se reduce. Si no se pierde pues... se sigue produciendo a toda vela.

Noviembre ha sido un mes sin festivos excepto el martes día 1; Navidad y Fin de Año coinciden en domingo y los festivos de diciembre no serán tan numerosos como otras veces: esta circunstancia ayudará, pues no se perturbará tanto la actividad del sector. Se prevé carestía de carne propia en Alemania para estas Navidades... todo apunta a favorecer la resistencia a la baja; a pesar de ello nos parece que los precios seguirán su lento declive al sur de los Pirineos.

Terminaremos con una frase de Epicuro (filósofo griego nacido el 341 a.C.): “No eches a perder lo que tienes deseando lo que no tienes; recuerda que lo que tienes ahora fue una vez una cosa que sólo deseabas

Guillem Burset