Desactivación de la región determinante del sexo en el cromosoma Y porcino para prevenir el olor sexual

Knockout of the HMG domain of the porcine SRY gene causes sex reversal in gene-edited pigs. Proceedings of the National Academy of Sciences. 2021; 118(2): e2008743118. https://doi.org/10.1073/pnas.2008743118

08-abr-2021 (hace 3 años 24 días)

Se cree que la región que determina el sexo en el cromosoma Y (SRY) es el elemento genético principal del desarrollo del sexo masculino en los mamíferos. Las modificaciones patogénicas dentro del gen SRY están asociadas con un síndrome de inversión sexual de macho a hembra en humanos y otras especies de mamíferos, incluidos conejos y ratones. Sin embargo, los mecanismos subyacentes son en gran parte desconocidos. Para comprender la función biológica del gen SRY, se requiere un análisis mutacional de sitio dirigido para investigar los cambios fenotípicos asociados a nivel molecular, celular y morfológico. En este estudio se consiguió desactivar el gen SRY porcino mediante la microinyección de dos ribonucleoproteínas CRISPR-Cas, dirigidas al "grupo de alta movilidad" (HMG) ubicado en el centro, seguido de una mutación por desplazamiento del marco de lectura de la secuencia SRY hacia el extremo 3' (downstream).

Como resultado se desarrollaron cerdos genéticamente machos (XY) con genitales de hembra externos e internos completos, que, sin embargo, eran significativamente más pequeños que los de las hembras control de 9 meses de edad. El análisis PCR cuantitativo digital reveló una duplicación del locus SRY en cerdos Landrace similar a la conocida duplicación palindrómica en cerdos Duroc.

Este estudio demuestra el papel esencial del dominio HMG en el gen SRY en la determinación del sexo porcino macho. Este estudio preliminar podría ayudar a resolver el problema de la preferencia sexual en la ganadería para mejorar el bienestar animal. Este descubrimiento de SRY como pieza clave para determinar el sexo en cerdos puede proporcionar una alternativa a la castración quirúrgica en la producción porcina, evitando el olor sexual. Además, establece un modelo para grandes animales más comparable a los humanos con respecto a la genética, fisiología y anatomía, que es fundamental en estudios longitudinales para descifrar la determinación del sexo en mamíferos y relevante para el desarrollo de nuevas actuaciones frente a trastornos del desarrollo sexual humano.