Jordi Raigón Mateu. Ingeniero Agrónomo. España. ()
04-oct-2005 (hace 20 años 25 días)
  
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    | Figura 
      1. Vista panorámica de una dehesa | 
Actualmente en Europa, los sistemas de producción porcina extensiva suponen un 
bajo porcentaje de la producción porcina total. En España, este sistema no admite 
más allá del 4-5 por ciento (excluyendo la raza ibérica, la cual representa 
alrededor del 5-6 por ciento de la producción). El auge que puede llegar a tener 
este sistema depende de factores económicos, ecológicos (contaminación ambiental, 
bienestar animal,…) y de su promoción bajo esquemas agroambientales. La práctica 
totalidad de la ganadería porcina extensiva es la del cerdo ibérico, raza 
vinculada como ninguna otra a su hábitat, la dehesa, ecosistema de un enorme valor 
natural, característico del SO de la Península Ibérica. Los bosques adehesados 
(figura 1) están formados por varias especies arbóreas, sobre todo 
Quercus 
(encina, roble, alcornoque, quejigo) además de multitud de herbáceas (mayoritariamente 
gramíneas). Su densidad del arbolado y producción de bellotas es muy variable, 
debido al clima, manejo del hombre, plagas, etc.
    
La privilegiada vida en libertad del cerdo ibérico pone en juego todos los recursos 
de su entorno, tanto el pasto en primavera, como los rastrojos de cereales y leguminosas, 
finalizando el cebo con la bellota y la hierba de otoño e invierno durante la 
montanera. Esto puede observarse detalladamente en la tabla 1, donde se presentan 
las principales características de las fases productivas del cerdo ibérico. 
Tabla 1. Fases productivas del cerdo ibérico. 
 
   
    | Fase | Desarrollo | Entrada | Alimentación | Salida | 
   
    | Cría | De nacimiento 
      a destete: 30 - 60 días (13 - 16 Kgs.)
 
 Lactación + piensos compuestos:
 23 Kg
 | Con 21 
      días de vida: suplemento proteico digestivo (soja o proteínas de origen 
      animal), empezando con 100 g/lechón-día, finalizando el periodo con 900 
      g/lechón-día. |  |  | 
   
    | Recría | Recría: 
      enero - junio 
 Premontanera: junio - principios de noviembre
 
 Ambas fases tienen una duración (meses) de:
 
 2 - 6 (cebo intenso)
 8 - 9 (aprovch. montanera)
 8 - 10 (reproducción)
 | Alrededor 
      de 20 - 25Kg | Escasa 
      hierba invernal + suplemento aproximado de 1 - 1,5 kg/día de pienso (cereales 
      y proteínas). 
 A principios de marzo: bellota sobrante (zonas de difícil acceso para cebones) 
      de la montanera y pienso.
 | 92 a 
      115kg (7,8 - 10@)
 | 
   
    | Premontanera | alrededor 
      de los 60 kg PV (5,2 @)
 | 1,5 - 
      2 kg/cerdo - día de pienso A veces se aprovechan rastrojos de cereal (junio 
      - septiembre) |  |  | 
   
    | Montanera 
      cebo acabado | De octubre 
      a principios de marzo. 
 Período más intenso: de noviembre a enero.
 | Alrededor 
      de 90 - 120kg 
 (7,8 - 10,4 @)
 | Calidad 
      bellota: bellota y pasto excesivo. De 1 - 6 kg/día de hierba, según las distancias recorridas, pendientes, 
      temporada, etc.
 
 Calidad pienso.
 
 Calidad recebo: aprovechamiento montanera complementado con 2 - 4 kg de 
      pienso/an. y día.
 | 150 a 
      180kg (13 - 15,6 @)
 | 
   
    | 1@ 
      = 11,5 kg | 
 
  
  
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    | Figura 
      2. Ejemplar de la variedad Entrepelado aprovechando la montanera. | 
Una demostración de la perfecta sincronía entre el cerdo ibérico y la dehesa 
comentada anteriormente es que, precisamente en los meses precedentes a su sacrificio 
por el sistema tradicional, se produce la maduración de las bellotas, que se prolonga 
desde primeros de noviembre a finales de febrero. Este régimen natural de alimentación, 
el sistema de explotación y la genética de las distintas estirpes (subgrupos de 
variedades) determinan el contenido y la composición de la grasa intramuscular, 
principal responsable de la calidad organoléptica de los productos. Las dos principales 
limitaciones de este sistema productivo son los periodos de sequía, con la consecuente 
escasez de pasto, que obligan a la utilización de piensos y la pobreza en humus 
de ciertas zonas, limitación que se ve solventada por el aporte de materia orgánica 
en descomposición que realiza el ganado. Un aspecto crítico en la dehesa es determinar 
la carga ganadera óptima, para producir el menor impacto medioambiental posible. 
Un cerdo para su cebo en montanera (calidad Bellota; figura 2), debe disponer 
de una superficie de 1-2 hectáreas (más de media tonelada de bellotas y de 100 
kg de hierba).
En condiciones óptimas de explotación, se produce un equilibrio estable entre 
la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad con la necesidad 
del hombre de aprovechar estos mismos recursos y de no ser por el cerdo ibérico, 
las dehesas se encontrarían en regresión e incluso podrían llegar a desaparecer.