Jean Le Dividich. ¿Una solución al destete de lso lechones?. Albéitar. Nº 85. Mayo 2005
13-sep-2005 (hace 18 años 8 meses 6 días)
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Influencia de la forma de presentación
sobre el consumo de pienso en lactación |
Para suavizar el paso entre la lactación y el destete es habitual poner
a disposición de los animales lactantes un pienso complementario sólido
para familiarizar al animal con esta nueva textura, adaptar su sistema digestivo,
satisfacer sus necesidades nutricionales y mejorar los índices de crecimiento.
Normalmente no será hasta los 16 a 18 días de vida cuando los cerdos
comenzarán a consumir el alimento sólido, de hecho, algunos estudios
realizados en Canadá indican que el consumo es muy escaso (menos de 5 g/d/lechón)
hasta los 20 días de vida, de forma que, según estos datos, la utilización
de un pienso complementario en lechones que serán destetados antes de los
21 días no está justificada. Por contra, entre los 21 a 28 días
el consumo puede alcanzar los 100 a 280 g/lechón/semana, aunque cabe especificar
que este consumo es muy variable tanto entre crianzas como dentro de una misma
camada o entre camadas. Durante este periodo el consumo suele ser, de media, de
5 a 40 g/d/lechón, lo que representa sólo del 4% al 10-12% de la
cantidad total de energía metabolizable consumida, lo que es un valor escaso.
Para
mejorar estos valores se realizaron varios estudios con la utilización de pienso
húmedo, pienso que potencialmente tiene como ventajas ofrecer al lechón en un
mismo soporte los elementos nutritivos necesarios y el agua a una concentración
próxima a la de la leche materna (250 g/l). La presentación del pienso en forma
húmeda mejoró el consumo en un 76 % (261 g/d vs. 148 g/d) desde los primeros días
tras el destete. Tal y como se observa en la gráfica 2, durante la primera semana
el aumento medio del consumo es de un 46% y del crecimiento de un 30% mientras
que durante la segunda semana estos son del 22 y 16%. Este aumento del consumo
afecta de forma favorable sobre la funcionalidad del intestino delgado aumentando
la altura de las vellosidades en un 22% en el duodeno (Hurst et al., 2001) y disminuyendo
la aparición de diarreas en un 35% (Neil y Johansson, 1999). Sin embargo, y tal
y como muestran el conjunto de resultados en la gráfica 2, estos efectos favorables
de la utilización de pienso húmedo disminuyen con el tiempo. El conjunto de los
resultados obtenidos indica que la duración óptima de la alimentación húmeda sería
de 2 a 3 semanas.