Pig Progress. Vol. 20. Nº 8. 2004.
25-nov-2004 (hace 20 años 5 meses 20 días)Durante el ciclo productivo los cerdos pueden ser mezclados entre ellos varias
veces. Esta mezcla de animales suele dar lugar a la aparición de peleas.
Las lesiones provocadas por las peleas pueden actuar como vía de entrada
de infecciones. Además, a parte de las lesiones físicas, las peleas
tienen efectos fisiológicos debidos al estrés social que pueden
provocar una reducción de la capacidad de respuesta del sistema inmune,
reducción de los índices de conversión así como la
disminución de la ingesta y del índice de crecimiento de los animales
implicados.
Teniendo en cuenta que el tiempo dedicado a pelear por parte de cerdos jóvenes
tras su mezcla es muy diferente entre individuos (fig. 1), investigadores del
"Scottish Agricultural College" realizaron un estudio para determinar
si la agresividad se puede heredar. Para ello se midió la agresividad,
mediante la mezcla y posterior observación del comportamiento, de 1.100
animales (28 kg PV) de un núcleo de selección de los cuales se conocía
su pedigrí. Los resultados del estudio mostraron que la agresividad en
la población estudiada era un carácter con una heredabilidad moderada
lo que confirma que el genotipo de los animales afecta sobre la presencia de agresiones
tras la mezcla. Aunque la variación entre individuos, atribuida a los genes,
es ligeramente menor a la observada para otros caracteres de importancia productiva
como la ganancia media diaria, es mayor a la observada para la fertilidad o supervivencia.
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Fig. 1.
Variación en la agresividad de los cerdos. |
Según los resultados, si se realiza una presión de selección
sobre la agresividad de forma similar a la que se realiza para el crecimiento
o porcentaje magro, la agresividad media de la cabaña puede reducirse en
aproximadamente un 5% cada año (fig. 2). Este índice se reducirá
a medida que los cerdos más agresivos sean eliminados de la población
y se reduzca la variación en la agresividad de los cerdos que queden en
la explotación. Esta selección aportará beneficios siempre
y cuando no afecte de forma negativa sobre caracteres de importancia productiva
como por ejemplo el índice de crecimiento o la deposición de grasa
dorsal, aunque un estudio posterior mostró que no existía una relación
obvia entre la agresividad y estos dos caracteres.
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Fig. 2. Reducción
anual estimada de la agresividad fruto de la selección. |