Toma de muestras de los cerdos

Stan Done
29-jul-2003 (hace 20 años 8 meses 29 días)

A veces resulta útil echar un simple vistazo a un tema. En estos tiempos, estamos tan ocupados en buscar lo nuevo y maravilloso, que nos olvidamos de las cosas sencillas. Como consecuencia, nos olvidamos también de organizar nuestras ideas generales.

¿Hemos olvidado que los cerdos pueden ser una valiosa fuente de muestras para hacer diagnóstico?

La primera técnica que se concibió fue la muestra de sangre. Al principio se utilizó sólo para hematología, luego añadimos la bioquímica y una amplia gama de pruebas serológicas, y actualmente técnicas moleculares complicadas, como HIS (Hibridación in situ) y PCR (“Polimerasa chain reaction”). La difícil búsqueda de la vena de la oreja se sustituyó por la muestra a partir de la vena cava y la yugular, que son mucho más fáciles.

Podemos recoger orina de cerdas y verracos, tanto para cultivo como para pruebas bioquímicas e incluso para pruebas más sencillas, como densidad relativa y pH. También se obtienen muestras del aparato reproductor mediante la recogida de secreciones vaginales y líquido de lavados de prepucio, para cultivo y posiblemente citología. Se pueden examinar productos relacionados con la reproducción; los restos de fetos y placenta se pueden cultivar y examinar al microscopio con preparaciones H y E estándar (hematoxilina y eosina) y también con métodos de tinción especiales para determinados organismos de tipo acidorresistente, como Brucella spp y Chlamydia spp.

Siempre debemos tener presente que los apartos digestivo y respiratorio son los responsables de aproximadamente el 70-80% de las pérdidas económicas por mala salud.

Para un diagnóstico diferencial del primero podemos recoger heces del suelo, pero es mucho mejor obtener heces directamente del recto o una torunda rectal. Las propias heces nos permiten toda una gama de pruebas de protozoos y otros parásitos, especialmente útil en cerdos jóvenes para cocccidios y criptosporidios, pero que muchas veces se olvida.

Para el diagnóstico diferencial de alteraciones del aparato respiratorio, podemos obtener torundas nasales y tonsilares (preferiblemente protegidas de la contaminación), tanto para cultivo como para estudios moleculares avanzados, pero en la mayoría de los casos el examen del pulmón tiene que esperar a un examen post-mortem. En centros experimentales es posible realizar lavados broncoalveolares y biopsias de pulmón, pero es poco probable que esto llegue a ser nunca una práctica habitual en las granjas.

A menudo nos olvidamos de la piel, pero se puede raspar en busca de ácaros y tiña, con cultivos especialmente para virus (viruela), S. Hyicus y, si fuera necesario, hacer una biopsia si se sospecha una patología desconocida. El examen post-mortem nos proporciona la oportunidad de recoger toda una serie de tejidos, tanto para cultivo como para histopatología. También es importante recoger cualquier tejido patológico y tomar muestras preferiblemente del límite entre las áreas normal y afectada.

Por otra parte, también existen tests ELISA para jugo de carne, como herramientas para la investigación de Salmonellas, y más recientemente para PRRS.

Si se tratara de cualquier asunto con implicación del sistema locomotor, se pueden tomar toda una gama de muestras para neuropatología, articulaciones y músculos, incluido el cerebro, médula espinal, nervios periféricos y todo un abanico de músculos específicos. En otras circunstancias normales se pueden estudiar las articulaciones mediante aspiración de líquidos para citología y cultivo, o se puede hacer una biopsia para histología.