Visita a una granja con sistema TRAC: una opción factible para la reducción de emisiones

Amàlia Cordero

Redacción 333

23-nov-2021 (hace 2 años 10 meses 15 días)

¿En qué se basa el sistema TRAC?

Este sistema se basa en la separación sólido-líquido del purín mediante raspado mecánico en fosas en V con desnivel y está reconocido como Mejor Técnica Disponible (MTD).

Debido al desnivel, de aproximadamente el 1,5%, y por acción de la gravedad, la parte líquida se desplaza hacia una punta de la fosa y es canalizada a través de tubos hacia un colector exterior mientras que la parte sólida es arrastrada por los raspadores hasta la zona más alta de la fosa donde existe un raspador transversal que recoge esta parte sólida y la traslada hacia el exterior de la nave, donde se acumula hasta su posterior uso. Esta operación se realiza varias veces al día, permitiendo tener siempre las fosas libres de deyecciones.

Raspadores dentro de la fosa en V.

Visión del sistema de raspadores y cables dentro de la fosa.

Raspador tranversal situado al fondo de la nave que transporta la parte sólida hacia la zona exterior de almacenaje.

¿Por qué algunos ganaderos han optado por este sistema y no por otro?

Para poder ver in situ el funcionamiento del sistema y sus ventajas nos desplazamos a una granja situada en Hennon, en la Bretaña francesa. Agradecemos a Cooperl y al Sr. Patrick Talibart, dueño de la granja, por facilitarnos la visita y por toda la información que nos dieron al respecto.

Se trata de una granja familiar con 320 madres que ha incorporado el sistema TRAC en su nueva nave de engorde puesta en marcha hace un año.

Preguntado el ganadero por cual fue el principal motivo que le llevó a optar por este sistema, su respuesta fue que se trata de una MTD que le permite legalizar su granja a nivel ambiental ya que por un lado le permite reducir la superficie de tierras agrícolas necesarias y por otro lado cumple con las actuales normativas europeas de reducción de emisión de gases. Otra de las ventajas es que se trata de un sistema simple, que no conlleva consumibles (como ácidos para la acidificación) y que el hecho de poder vender la fracción sólida a la propia cooperativa le reporta ingresos.

En relación con la mejora del estatus sanitario y de la productividad de los cerdos, el ganadero no tiene cuantificada la mejora sanitaria y productiva de los animales alojados bajo este sistema ya que, por un lado, hace tan solo un año que lo tiene instalado y por otro su granja trabaja con elevados estandares sanitarios, encontrándose también dentro del programa "libre de antibióticos".

Ventajas del sistema

Importante disminución de las emisiones de NH3: Esta rápida separación de orina y heces varias veces al día conlleva que estas no se mezclen y por lo tanto que se genere menor cantidad de amoniaco. Se ha contabilizado una reducción del 50% de las emisiones de amoníaco dentro de las naves, adaptándose así a la legislación europea de disminución de gases contaminantes. Teniendo en cuenta que el amoníaco es un gas tóxico con efectos adversos sobre las personas y los animales (en elevadas concentraciones da lugar a irritación de ojos y del tracto respiratorio), esta reducción mejora notablemente el ambiente tanto para los animales como para los trabajadores.

Fácil gestión de ambas fracciones y valorización de los purines: El proceso genera una fracción líquida, rica en nitrógeno amoniacal que el propio ganadero gestiona en su finca y una fracción sólida que concentra el 90% del fósforo y el 55% del nitrógeno. Esta fracción sólida puede ser también gestionada por el propio ganadero o por la cooperativa para la fabricación y comercialización de fertilizantes orgánicos en forma de "pellet" o para abastecer sus unidades de digestión anaeróbica ya que esta fracción sólida, no degradada, presenta una capacidad metanogénica mayor. El ganadero recibe unos 20€/t de fracción sólida recogida en su granja por la propia cooperativa.

Almacenaje de la fracción sólida.

Recolector exterior de la fase líquida.

Mejoras en los índices productivos y en el estatus sanitario: Estudios realizados muestran una mayor GMD en este tipo de sistemas en comparación con el sistema convencional de no vaciar las fosas (Lagadec, S. et al, 2012). En relación con la sanidad, desde Cooperl nos comentan que, debido al hecho que a cada vaciado las fosas se limpian en su totalidad, se mejora el estatus sanitario de los animales y que este es uno de los aspectos que ha conllevado que muchas granjas hayan optado por este sistema.

Fácil implementación del sistema: El sistema es aplicable tanto en naves de nueva construcción como en naves ya existentes. Puede implementarse en cualquier fase de producción, si bien el mayor rendimiento se da en engorde ya que es donde se genera un mayor volumen de purines, y no es necesario tener slat total, también funciona para el caso de slat parcial. En relación con el tipo de sistema de alimentación, es apto para sistemas en seco o en sopa. En alimentación en sopa la fracción sólida separada tiene un mayor grado de humedad. En lo que se refiere a bienestar animal, permite al aporte de material manipulable.

No aumenta la carga laboral: Implementar el TRAC no supone una carga laboral extra para los trabajadores ya que todo el proceso está mecanizado desde un panel de control y el ganadero programa el número de raspados de las fosas en función de la fase productiva de los animales, normalmente entre 2 a 6 veces al día. No requiere una especialización por parte de los trabajadores.

panel de control TRAC purines

Mantenimiento y coste de inversión: Se trata de un sistema de bajo mantenimiento, normalmente es suficiente con limpiar y engrasar los cables y las partes móviles cada 4 meses. El costo de funcionamiento también es muy bajo en comparación con otras soluciones para reducir el amoníaco. El costo de inversión adicional se estima en 150€ por plaza, o 150.000 € para un engorde de 1000 plazas (bases de construcción francesas) y en comparación con las naves con almacenamiento de purines bajo piso de rejilla (nave convencional). Si tenemos en cuenta que Cooperl paga unos 20 €/t de fracción sólida y la granja produce unas 700 t de fracción sólida durante un año, la inversión se amortiza en unos 11 años.

Cable de los raspadores y recoletor inferior para transporte de la parte líquida de los purines hace el exterior.