Vestuario en la entrada a la granja como primera línea de defensa

Carmen Alonso García-Mochales
31-mar-2020 (hace 4 años 1 meses 9 días)

El objetivo más importante de la bioseguridad en granjas es tener una serie de estrategias de separación claras y eficientes para la bioexclusión. En la mayoría de nuestras granjas, la primera línea de bioseguridad externa se realiza con una valla y puertas externas. Esta valla debe ser continua y definir la propiedad de la granja o la zona de acceso controlado (ZAC). La transición desde el área exterior de la granja a la ZAC es a través de un punto de acceso controlado (es decir, una puerta). Muchas granjas no tienen un protocolo claro de cómo completar esa transición (por ejemplo, botas de plástico, cambio de calzado, estacionamiento de vehículos). En muchos casos, ni siquiera reconocen que es una consideración importante y no hacen ningún esfuerzo por gestionar la bioseguridad de esta área.

<p>Foto 2: Ejemplo de&nbsp;sala&nbsp;prefabricada en la entrada de una granja (foto cortes&iacute;a de PJ Corns).</p>

Sin embargo, para minimizar el riesgo de contaminación de la ZAC, algunos productores han creado un punto oficial de entrada de personal utilizando salas prefabricadas (Imagen 2). En algunos casos, se han transformado y adaptado contenedores de mercancías para este propósito (Imagen 3). Estas habitaciones proporcionan una separación clara entre zonas mediante el uso de un banco de estilo danés. Ofrecen un ambiente cálido, a veces mediante el uso de calor radiante en el suelo, que ayuda a garantizar que el suelo y otras superficies se mantengan secas en todo momento. En la mayoría de los casos, también disponen de un lavamanos. Finalmente, sirven para disminuir la posibilidad de contaminación cruzada en la granja al aumentar la separación.

<p>Foto 3. Ejemplo de contenedor de mercanc&iacute;as en el puerto mar&iacute;timo.</p>