Caso clínico: Toxicidad por hierro en lechones

Jesús Borobia Belsue
28-ene-2020 (hace 4 años 10 meses 9 días)

Introducción

La granja es un ciclo cerrado de 150 madres en Irlanda del Norte.

El protocolo de vacunación implementado se muestra en la Tabla 1.

Tabla 1. Programa de vacunación

Vacuna Primerizas Cerdas Verracos Lechones
Parvovirus 2 ml a la selección 2 ml - 2 semanas post parto 2 ml - dos veces al año
Erisipelas 2 ml a la selección y 2 semanas antes de la cubrición 2 ml 2 semanas post cubrición 2 ml - dos veces al año
Rinitis Atrófica 2 ml, 6 y 2 semanas antes del parto 2 ml, 2 semanas antes del parto
Neumonía Enzoótica 1 ml - a los 7 días de vida y al destete

Las cerdas de reemplazo se producen internamente. Los verracos se utilizan para la recela. Las primerizas y las cerdas se cubren utilizando inseminación artificial de un único origen. La granja trabaja en bandas a tres semanas.

La granja cultiva su propia cebada y trigo, pero compra la soja y la premezcla de vitaminas y minerales. Prepara el alimento para toda la granja, excepto los piensos para los lechones destetados.

La granja de cerdos más cercana está a 6 km.

Antecedentes

El granjero contactó a su veterinario debido un aumento en la mortalidad de los lechones dentro de los primeros 4 días de vida. En muchos casos, toda la camada murió.

Investigación

Investigación clínica

Durante una visita a la granja en abril de 2018, se observaron 17 lechones muertos de unos 4 días de edad, procedentes de diferentes camadas. Todos los lechones muertos tenían buena condición corporal, pero estaban pálidos (figura 1). Se realizaron necropsias en cinco lechones muertos. El examen post mortem mostró hemoperitoneo causado por ruptura hepática en los cinco lechones. Los estómagos estaban llenos de leche coagulada (figuras 2 y 3). Se observaron lesiones en el músculo alrededor del punto de inyección del hierro dextrano, observándose edema y una decoloración negro parduzca (figura 4).

El ganadero señaló que algunos lechones desarrollaron una reacción anafiláctica dentro de las 24 horas después de inyectar 1 ml de hierro dextrano en el cuello. Algunos lechones murieron repentinamente después de ser inyectados con hierro dextrano.

La mortalidad total en los dos últimos lotes de lechones fue del 25%.

<p>Figura 1. Lech&oacute;n&nbsp;de cuatro d&iacute;as con musculatura&nbsp;p&aacute;lida.</p>

<p>Figura 2. Lech&oacute;n de cuatro d&iacute;as con hemoperitoneo y hemot&oacute;rax con el est&oacute;mago lleno.</p>

<p>Figura 3. Lech&oacute;n de cuatro d&iacute;as con rotura hep&aacute;tica y h&iacute;gado friable.</p>

<p>Figura 4. Lech&oacute;n&nbsp;de cuatro d&iacute;as de edad con da&ntilde;o en los m&uacute;sculos alrededor del sitio de inyecci&oacute;n (cuello) que muestra edema y decoloraci&oacute;n negro-parduzca.</p>

Investigaciones laboratoriales

Se enviaron dos lechones muertos al laboratorio para su análisis.

El resultado de los estudios laboratoriales de los hígados se resume en la tabla 2.

Lechón

Hallazgos

Post-mortem

Resultados bacteriológicos Resultados bioquimicos
1 Buena condición corporal

Hemohidrotorax

Hemohidroperitoneo

Hígado pálido
Sin crecimiento Selenio (hígado):
  • 0,433 mg/kg (materia original)
  • 1,70 mg/kg (materia seca)
Vitamina E (Hígado):
  • 0,251 mg/kg (materia original)
  • 0,988 mg/kg (materia seca)
2 Buena condición corporal

Hemohidrotorax

Hemohidroperitoneo

Hígado pálido

Rotura hepática
Sin crecimiento Selenio (hígado):
  • 0,444 mg/kg (materia original).
  • 1,43 mg/kg (materia seca).
Vitamina E (hígado):
  • 0,888 mg/kg (materia original)
  • 2,86 mg/kg (materia seca)

En abril de 2018, se envió una muestra del premix vitamínico-mineral para el pienso de cerdas, a un laboratorio acreditado para analizar el nivel de vitamina E. El nivel de vitamina E en el saco de premix vitamínico-mineral fue de 1270 mg/kg. Con un nivel de inclusión recomendado de 25 kg por tonelada de pienso de reproductoras, el nivel de vitamina E en las dietas de lactación y gestación era de 31,75 mg / kg.

Diagnóstico Diferencial

En base a las investigaciones clínicas y laboratoriales, se preparó la siguiente lista de diagnósticos diferenciales:

Se llegó al diagnóstico de toxicidad por hierro en los lechones debido al bajo nivel de vitamina E en la dieta de las cerdas y en base a la historia clínica y su coherencia con el resultado de las investigaciones clínicas y laboratoriales.

Programa de control

Se implementó el siguiente protocolo de emergencia para corregir el bajo nivel de vitamina E en las cerdas.

Respuesta al programa de control

La mortalidad de los lechones se detuvo después de iniciar el protocolo de inyectar vitamina E/selenio con el hierro dextrano. Esta práctica se realizó durante 2 bandas de partos.

En junio de 2018 se envió una muestra del saco de premix vitamínico-mineral para el pienso de reproductoras a un laboratorio habilitado para analizar el nivel de vitamina E. El nivel de vitamina E en el premix fue de 2.852 mg/kg. Al nivel de inclusión recomendado de un saco de 25 kg por tonelada de alimento para cerdas, el nivel de vitamina E en las dietas de lactantes y gestantes fue de 71,3 mg / kg.

La mortalidad de los lechones dentro de las 24 horas posteriores a la inyección de dextrano de hierro se detuvo desde la implementación del programa de control.

Discusión

Los informes de toxicidad después de la inyección de hierro dextrano en lechones son raros. Sin embargo, este tipo de toxicidad ocurre ocasionalmente. Los signos clínicos aparecen de 2 a 4 horas después de la inyección; en otros casos, la muerte se retrasa de 2 a 4 días (Muirhead et al., 1997a; Cromwell, 2019). El daño que se produce en los músculos alrededor del punto de inyección provoca la liberación de potasio, entre otras sustancias. Al aumentar el potasio en sangre, interfiere con la función cardíaca. Toda la camada se ve afectada y los lechones parecen anémicos, se vuelven débiles, aparecen cojeras y temblores musculares seguidos de convulsiones. Se puede observar dificultad respiratoria e hinchazón en el punto de inyección. En la necropsia, la piel y los músculos pueden aparecer pálidos, y hay edema y decoloración negro parduzca en el punto de inyección. También se puede observar degeneración del músculo esquelético y cardíaco (Cromwell, 2019). La mayoría de estos signos clínicos se observaron en este caso clínico.

El factor desencadenante más importante en la intoxicación por hierro de los lechones es un bajo nivel de vitamina E o de selenio en las cerdas. Los lechones nacerían con deficiencia de vitamina E o selenio o el calostro no podría proporcionar cantidades adecuadas de estos nutrientes para satisfacer las necesidades antioxidantes de los lechones (Muirhead et al., 1997a; Cromwell, 2019).

El 31 de octubre de 2017 se produjo un importante incendio en uno de los principales proveedores mundiales de vitaminas A y E, lo que puso presión en su suministro y dio lugar a precios más altos en 2018 (BASF, 2017; Driver, 2017). Esta escasez de vitamina E podría haber resultado en que la empresa redujera los niveles de vitamina E en las dietas de cerdos. El nivel recomendado de vitamina E en las dietas de cerdas gestantes y lactantes no debe ser inferior a 80-100 mg/kg (Muirhead et al., 1997b). Un error de formulación nutricional es otra posibilidad. De cualquier manera, esta deficiencia llevó a que los lechones nacieran susceptibles a la toxicidad por hierro.

Los lechones nacen con un contenido de selenio en el hígado de 1,6 a 2,6 mg/kg MO (materia original). Durante el período de lactancia, el contenido de selenio cae a un nivel mínimo de 0,3 mg/kg MO (Puls, 1994). Los niveles de selenio detectados en los hígados de los lechones enviados estaban dentro del rango de referencia (tabla 2).

El rango de referencia para la vitamina E en el hígado de lechones (1 a 30 días de vida) es de 12 a 20 mg/kg de materia seca (Puls, 1994). Los niveles de vitamina E de 0,988 y 2,86 mg/kg de materia seca detectados en el hígado de los lechones enviados fueron significativamente inferiores a este rango (tabla 2).

La vitamina E tiene un efecto positivo sobre la fertilidad de las cerdas (Muirhead et al., 1997c). Sin embargo, no hubo problemas de fertilidad en esta granja durante este período de tiempo.