Tecnologías higienizantes del aire para el control de patógenos aerógenos

Carmen Alonso García-MochalesMontserrat Torremorell
14-abr-2015 (hace 8 años 11 meses 14 días)

La transmisión aerógena de agentes infecciosos continúa siendo uno de los problemas más importantes del sector porcino. Como ejemplo de patógenos transmisibles vía aire podríamos destacar la gripe porcina, el Mycoplasma hyopneumoniae, el virus del PRRS, el virus de Aujeszky, los virus responsables de las enfermedades vesiculares, e incluso patógenos como Salmonella y el virus de la diarrea epidémica porcina. Desafortunadamente, las opciones que existen para evitar la diseminación aerógena de estos agentes infecciosos son limitadas.

Los virus y las bacterias, tras ser expulsados por un animal infectado, viajan por el aire adheridos a partículas de materias de diferentes composiciones y formas. El polvo, especialmente aquel procedente de instalaciones agrícolas donde residen los animales, se compone de partículas contaminantes (orgánicas o inorgánicas) que, tras ser inhaladas, producen un efecto adverso en el rendimiento de los animales y en la salud, tanto de animales como de personas, ya que son irritantes del tracto respiratorio, incrementan la susceptibilidad a enfermedades respiratorias y sirven como vehículo de entrada de bacterias y virus.

La manera más directa de disminuir la concentración de agentes infecciosos en el aire es disminuir la concentración de polvo. Se pueden utilizar varias estrategias para disminuir el polvo en instalaciones con ganado. Entre ellas destacamos, por ejemplo, el uso de diferentes técnicas de alimentación (alimentación líquida, pienso granulado, uso de aditivos alimenticios, etc...), el pulverizado de instalaciones/superficies con agua o aceites, el tipo de ventilación de las naves y la distribución del aire y los precipitadores electrostáticos e ionizantes.

El uso de iones o tecnología ionizante para eliminar partículas en el aire no es un concepto nuevo en agricultura. El efecto de esta tecnología ha sido ya demostrado en proyectos de investigación tanto en avicultura como en producción porcina y se considera una de las tecnologías higienizantes del aire más eficientes respecto a otras técnicas convencionales como la pulverización de aceites sobre superficies o los cambios en la ventilación y distribución del aire. Actualmente, en el mercado existe un sistema de ionización de partículas denominado EPI de sus siglas en inglés (Electrostatic Particle Ionization Technology). Consiste en una barra metálica con electrodos conectados a una fuente de alto voltaje (-30 KV) los cuales emiten en el aire una alta cantidad de iones. Estos iones otorgarán una carga negativa (ionizarán) a las partículas suspendidas en el aire al colisionar con ellas y estas partículas, una vez cargadas, son atraídas a superficies cercanas (paredes, techos, etc.) siendo así eliminadas del aire (foto 1). Estudios experimentales en diferentes granjas comerciales han analizado las ventajas económicas del sistema y han demostrado que la implementación de esta tecnología ionizante favoreció de media en un 12,2% la ganancia media diaria y redujo la mortalidad en un 1,2% en cerdos de destete de un gran sistema de producción durante un periodo de 12 meses.

 

Representación de la instalación del sistema EPI en granja

Foto 1. Representación de la instalación del sistema EPI en granja. Fuente: www.epiair.com

 

Posteriormente, desde la Universidad de Minnesota, Montserrat Torremorell y Carmen Alonso, han llevado a cabo un conjunto de estudios con los que han analizado la eficacia del sistema frente a partículas aerosolizadas y específicamente frente a los virus de PRRS, influenza y PED presentes en aerosoles generados por animales infectados. Se simularon diferentes condiciones de granja para estudiar la capacidad del sistema EPI para disminuir la cantidad de microorganismos presentes en el aire y su viabilidad una vez expuestos a los iones. Para ello se emplearon diferentes métodos de muestreo del aire y técnicas moleculares como las PCR cuantitativas y métodos de aislamiento para demostrar la presencia de virus vivo. Los resultados de las muestras de aire tomadas durante el estudio demostraron que el sistema EPI fue eficiente para disminuir la cantidad de partículas del aire pero dicha eficiencia varió según el tamaño de partícula, siendo de entre un 76% en partículas de 0,5-1 micras y un 80% en partículas de 1a 3 micras. Los resultados referentes a la presencia de virus demostraron que la eficiencia del sistema es diferente entre patógenos, siendo PRRS el patógeno que más pudo ser eliminado del aire, seguido de influenza y luego de PED (foto 2). Los aislamientos de virus de las muestras de aire demostraron la presencia de virus vivo después de que el aerosol fuera tratado con los iones.

 

Porcentaje de virus eliminados del aire después de tratar el aerosol generado por animales durante un brote agudo de los virus de influenza (IAV), PRRS y PED

Gráfico 1. Porcentaje de virus eliminados del aire después de tratar el aerosol generado por animales
durante un brote agudo de los virus de influenza (IAV), PRRS y PED.

 

Entender el potencial de este tipo de tecnologías higienizantes del aire es un paso más para ayudar a mitigar la propagación de patógenos en el aire y con ello favorecer la salud en granja de los animales y de las personas que trabajamos en ellas.

 

Epi

Foto 2. Sistema EPI instalado en una granja de cerdos y colector ciclónico
(apartado de toma de muestras de aire en medio líquido). Foto cortesía de Dr. Gil Patterson