Inteligencia artificial en porcino: un presente imparable

Antonio García Morte
26-dic-2023 (hace 4 meses 12 días)

Aunque llevamos varios años en los que la inteligencia artificial (IA) y su aprovechamiento en el sector porcino es un tema recurrente, este año, con la irrupción de ChatGPT, todos sin ningún género de dudas estamos descubriendo la potencia de esta tecnología y entendiendo hasta qué punto nos puede afectar, tanto a nivel de organización o incluso a nivel personal. En los próximos 5 años, la IA va a cambiar (para mejor) los procesos de muchas organizaciones, va a erosionar el valor de muchos tipos de puestos de trabajo, y también va a crear muchos tipos de trabajo nuevos. Para poder adaptarnos y sacar el mejor partido de este conjunto de tecnologías, hemos de comprender su funcionamiento, límites y aplicaciones, temas todos ellos que intentaremos aclarar en el siguiente artículo.

Machine learning o la importancia de la calidad de los datos

Cuando hablamos de IA, nos referimos a la capacidad de las computadoras de hacer cosas que los seres humanos hacemos especialmente bien, como el hablar, leer, procesar imágenes, razonar, planificar, o sentir. Para ello, del paraguas de la IA cuelgan campos del saber que incluyen las matemáticas, la computación, la robótica, la neurología, ... Pero es muy importante entender que toda la revolución que estamos viviendo alrededor de la IA está relacionada con un área muy concreta de esta llamada Machine Learning o Aprendizaje Automático. Es decir, la capacidad de generar modelos de la realidad que aprenden de los datos del pasado para predecir el futuro. Todos los avances importantes que estamos viendo en la IA en los últimos años, desde ChatGPT, la Visión por computadora, o los modelos predictivos, vienen impulsados por el mismo viento de cola: el Machine Learning.

Cuando nos sorprendemos de una respuesta que nos da ChatGPT, estamos viendo un modelo de machine learning en funcionamiento, en concreto uno de Deep learning , que dentro de las muchas familias del machine learning, esta se basa en las redes neuronales, y más concretamente uno de tipo Transformer, más conocidos actualmente como IAs generativas.

ChatGPT es posible porque un algoritmo, definido como una lista de instrucciones para resolver un cálculo o un problema abstracto, se ha podido entrenar con una enorme base de datos de miles de millones de textos extraídos de internet. Como vemos, el big data (el tratamiento masivo de datos) y el machine learning van de la mano, impulsando esta revolución dentro del mundo de la inteligencia artificial.

Explico esto porque muchas veces las organizaciones están hambrientas por hablar de inteligencia artificial, pero el hablar de los datos o de conceptos como digitalización, cloud, big data, IoT (Internet of things o internet de las cosas) les llama menos la atención.

Una buena cultura del dato en la organización es el paso previo para la aplicación de la inteligencia artificial

Los 4 pilares que nos van a permitir alimentar esta nueva generación de algoritmos de IA y sacarles el máximo partido son:

¿Cuál sería una buena hoja de ruta para la implantación de la IA en el sector porcino?

Implementación de IA en cebaderosLa inteligencia artificial está redefiniendo la forma en que gestionamos y optimizamos todos los aspectos de la producción y se está convirtiendo en el motor de una agricultura más inteligente, sostenible y productiva. La implementación de la IA en el sector porcino requiere una inversión significativa en tiempo, recursos y formación. Sin embargo, los beneficios potenciales son enormes. No solo podemos esperar mejoras en la eficiencia y la productividad, sino también avances en bienestar animal y sostenibilidad ambiental. Además, la creación de nuevos puestos de trabajo especializados en la gestión y análisis de datos es una oportunidad para revitalizar el sector con una nueva generación de talento.

Mirando hacia el futuro, es esencial que el sector no solo adopte la IA, sino que también fomenten una cultura de innovación y aprendizaje continuo. La IA no es el fin, sino una herramienta que, junto con la sabiduría humana y la experiencia en el campo, puede llevar al sector porcino hacia un futuro próspero y resiliente.