Utilización de probióticos en piensos para lechones

Así lo ve Imasde

21-ago-2001 (hace 22 años 8 meses 27 días)
La productividad animal está ligada a la existencia o no de organismos patógenos en su tracto digestivo. Hasta muy recientemente, el uso de promotores de crecimiento de tipo antibiótico ayudaba a controlar el crecimiento de estos microorganismos y a mantener un equilibrio deseable en la flora intestinal. La prohibición o restricción de uso de muchos de estos aditivos ha llevado a la búsqueda de nuevas alternativas entre las cuales se encuentran los probióticos.

Los probióticos se definen como cualquier agente vivo que utilizado como aditivo alimentario beneficia al animal hospedador mediante su influencia en el equilibrio de la flora intestinal. El uso de microorganismos en alimentación animal con esta finalidad viene regulado por las directivas EEC 70/524 y 94/40/EC y son esencialmente cepas bacterianas gram positivas de los géneros Lactobacillus, Enterococcus, Pedicoccus y Bacillus, hongos microscópicos tipo Aspergillus y levaduras de la especie Sacharomyces cerevisiae. El grupo probióticos recoge pues una serie de microorganismos diversos con propiedades diferentes lo que hace muy difícil su estudio conjunto. Así, por ejemplo, las levaduras son organismos eucarióticos resistentes a los agentes antibacterianos mientras que las bacterias son procarióticos y más sensibles. Lactobacillus y enterococcus se encuentran en el tracto digestivo de una forma natural mientras que bacilos y levaduras no son tan frecuentes. A fin de evitar confusión, debe diferenciarse entre los probióticos, ya definidos, los prebióticos y los simbióticos. El término prebiótico se utiliza para definir a aquellos aditivos alimentarios, en general de origen hidrocarbonado, no susceptibles por su propia naturaleza a la acción de las enzimas endógenas del animal y que benefician su crecimiento estimulando de forma selectiva el crecimiento o la actividad de ciertos microorganismos beneficiosos presentes en el tracto digestivo del animal. Los probióticos, pues, actúan de forma más directa que los prebióticos a nivel del tracto digestivo. Un producto simbiótico es aquel que incluye en su composición un probiótico y un prebiótico.

Los efectos beneficiosos de la ingestión de probióticos han sido reconocidos desde antes de la aparición de la ganadería industrial. De hecho, se ha atribuido al consumo de yogurt, rico en el probiótico Lactobacillus acidophilus la alta esperanza de vida de los campesinos de Turquía, Bulgaria y otros países del Este de Europea. Más recientemente, se ha reconocido su efecto beneficioso en humanos en áreas tan diversas como el estreñimiento, la colitis, la flatulencia, la intolerancia a la lactosa, el cáncer y las reacciones alérgicas. A efectos prácticos no es fácil indicar qué características debe reunir un probiótico para que su uso en forma continua como aditivo del pienso sea rentable para el productor. De hecho, muy pocos trabajos científicos realizados en porcino adulto en condiciones experimentales han conseguido demostrar su eficacia de una forma significativa.

El mecanismo de acción de los probióticos no está dilucidado, existiendo sólo teorías en base generalmente a estudios in vitro. Las más aceptadas a nivel científico están relacionadas de una u otra forma con su función de barrera al desarrollo de microorganismos perjudiciales y son las siguientes:

Como consecuencia, probablemente la acción de los probióticos es superior cuando la carga microbiana del tracto digestivo es elevada. De hecho, la suplementación con probióticos de dietas para animales gnotobióticos (libres de gérmenes) no solo no es positiva sino que reduce el crecimiento y la productividad.

Desde un punto de vista práctico es difícil recomendar o no el uso de probióticos y aún más el determinar cuál de ellos es el más apropiado para una granja o empresa en particular. En cualquier caso es importante destacar varios aspectos:

En conclusión, los probióticos son aditivos que pueden utilizarse como alternativas a los antibióticos pero con menor eficacia. Su uso mejora las condiciones del tracto intestinal tanto en humana como en animales pero no sabemos aún su mecanismo de acción. Es en cualquier caso un área de futuro y nuestra recomendación es sólo utilizar productos de eficacia probada, a la dosis adecuada y que hayan sido aprobados en la UE-15.