El protocolo de adopciones, un asunto complejo de estandarizar

Josep CasanovasJosep Gasa
20-dic-2022 (hace 1 años 3 meses 8 días)

Artículo comentado

Vande Pol KD, Bautista RO, Harpe H, Shull CM, Brown CB, Ellis M. Effect of within-litter birth weight variation after cross-fostering on piglet preweaning growth and mortality. Translational Animal Science. 2021; 5(3): txab039. https://doi.org/10.1093/tas/txab039

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Comentario académico, por Josep Gasa

La realización de adopciones, entendidas como cambiar lechones de madre en las primeras horas post-parto, es una práctica habitual en las maternidades. Para granjas no hiperprolificas y con un buen estado sanitario, la consigna parece ser equilibrar las camadas en número con mínimo cambio de lechones entre cerdas. Sin embargo, la irrupción de las cerdas hiperprolíficas ha llevado a replantear la cuestión. Disponer de más lechones vivos al nacimiento que pezones activos disponibles y con menor peso medio al nacimiento, obliga a modificar el manejo de las camadas. De hecho, con cerdas hiperprolíficas, se suelen realizar más nodrizas, la intensidad de las adopciones aumenta y en algunos casos incluso se practica la lactancia artificial.

El objetivo de este estudio piloto es evaluar el efecto de la variación de peso vivo intra-camada, establecida tras las adopciones, sobre el peso al destete y la mortalidad durante la lactación. Se utilizan un total de 282 cerdas/camadas que se distribuyen en seis tratamientos experimentales: camadas con solo lechones pequeños (P, <1,0 kg al nacimiento), medianos (M entre 1,0 y 1,5 kg) o grandes (G >1,5 kg), camadas con mitad de lechones pequeños y mitad medianos (PM), camadas MG y camadas PMG. Todas las cerdas iniciaron la lactación con 14 lechones. La proporción media de lechones P, M y G en la población fue de 15, 45 y 40%, respectivamente.

Como era previsible el crecimiento (g/d) y la mortalidad (%) es significativamente mayor y menor, respectivamente, en los lechones G, seguido de los M y pequeños. El mejor crecimiento de los P se obtiene con la camada uniforme. En las camadas mezcladas (PM, MG y PMG) los lechones más ligeros salen perjudicados y los más pesados beneficiados. La mortalidad de los pequeños aumenta y la de los grandes disminuye con las camadas mezcladas, comparado con las camadas uniformes. Los autores concluyen que tanto el crecimiento como la mortalidad de los lechones distribuidos en grupos de peso variarán dependiendo de la distribución de pesos al nacimiento de los lechones de la población.

En la práctica los resultados indicarían que realizar camadas uniformes por grupos de peso no necesariamente modifica el peso de la camada al destete, pero reduce la variabilidad de peso al destete de los lechones de la banda (la diferencia de peso al destete entre pequeños y grandes es inferior). Sin embargo el número de lechones sujetos a cambiar de madre es del 100%, muy lejos de la realidad comercial, y el resultado tampoco es generalizable, habida cuenta que las cerdas fueron sincronizados a día 114 con prostaglandina F2α para tener los partos a día 115, no se describe el estado sanitario de la granja y de inicio se descartaron los lechones con baja vitalidad. El trabajo es más útil para iniciar un foro de discusión sobre las adopciones que para obtener una recomendación práctica basada en los resultados. De hecho, los autores reconocen la dificultad de plantear diseños experimentales adecuados a nivel comercial, capaces de producir resultados significativos que ofrezcan una recomendación clara a nivel comercial.

Comentario a pie de granja, por Josep Casanovas

El objetivo último de todas las personas que trabajamos en granjas de cerdos es mejorar la productividad.

En el caso de una granja de reproductoras esto quiere decir aumentar el número de lechones destetados.

La capacidad de las cerdas de parir un buen número de lechones, cuando sus necesidades están correctamente satisfechas, hace que buena parte de la capacidad productiva de una granja se decida en la maternidad. No es suficiente con que nazcan, hay que destetarlos.

Pero no basta solo con eso, una vez destetados hay que conseguir que no haya pérdidas en la fase de crecimiento.

Somos más productivos, pero no somos más eficaces, se están perdiendo muchos lechones por el camino. En demasiadas ocasiones de cada lechón producido de más, solo medio llega al matadero.

Las mejoras de manejo sobre las reproductoras por un lado y la llegada de las líneas hiperprolíficas por otro hacen que el número de lechones nacidos cada vez sea mayor.

Nacen muchos más lechones que tetas hay disponibles.

Esto hace que la práctica de mover lechones de una cerda a otra cada vez sea más habitual. Da la sensación de que es la única opción que tenemos para sacarlos adelante. ¿Cómo y cuándo hay que mover los lechones?

Por esto son de agradecer estudios científicos que nos ayuden a tomar decisiones a nivel productivo. No es fácil hacerlos.

En este caso se han inducido los partos y se han movido todos los lechones, dos decisiones que afectan directamente al resultado de la experiencia, por lo que se hace complicado aceptar los resultados.

Inducir partos altera la calidad del lechón nacido y del calostro producido. No hay duda de que la mejor teta para un lechón es la de su madre.

Hemos de tener en cuenta que mucha gente piensa que cada lechón tiene su teta, por lo que parece que la presencia de más lechones que tetas sentencia a los más débiles. Pero cuando hay más lechones que tetas, no es cierto que cada lechón tenga la suya; en esta situación los lechones aprenden a compartir. Cerdas con 14 tetas pueden destetar 16 lechones.

También es importante considerar que el proceso productivo no termina una vez los lechones están destetados. El proceso termina al final de la fase de crecimiento. Para conseguir que esta se desarrolle de forma plácida el estado sanitario es clave.

Para mantener una buena sanidad, todos sabemos lo importante que es evitar mezclar orígenes. Esta idea debe empezar en el momento del nacimiento.

Mover muchos lechones en la paridera puede ser que ayude a mejorar la productividad en esta fase, pero sin duda la complica en la fase de crecimiento.

La situación actual con cepas de PRRS particularmente virulentas, más problemas después del destete, restricciones en el uso de antibióticos, interés creciente por las condiciones de bienestar animal… nos recomiendan cambiar la estrategia de trabajo en las maternidades.

Ahora buscamos menos lechones, pero más buenos.

Resumen del artículo comentado

Vande Pol KD, Bautista RO, Harpe H, Shull CM, Brown CB, Ellis M. Effect of within-litter birth weight variation after cross-fostering on piglet preweaning growth and mortality. Translational Animal Science. 2021; 5(3): txab039. https://doi.org/10.1093/tas/txab039

Métodos: La realización de adopciones cruzadas para igualar el tamaño de las camadas y/o ajustar el peso de los lechones es muy común en las granjas de cerdos comerciales. Sin embargo, existe poca información publicada sobre los procedimientos óptimos de cruces de camadas. Este estudio evaluó los efectos de la variación del peso de la camada al nacer después de realizar adopciones cruzadas (utilizando camadas de 14 lechones) sobre la mortalidad predestete de los lechones (MPD) y el peso al destete (PD). Se utilizó un diseño de bloques completos al azar (los factores de bloqueo fueron el día del parto y la paridad de la cerda, la puntuación de condición corporal y el número de pezones funcionales) con una disposición factorial incompleta de los dos tratamientos siguientes 1) categoría de peso al nacer: ligero (<1,0 kg), medio (1,0 a 1,5 kg) o pesado (1,5 a 2,0 kg); 2) composición de la camada: uniforme, todos los lechones de la camada de la misma categoría de peso al nacimiento [ligera uniforme (14 lechones ligeros); media uniforme (14 lechones medianos); pesada uniforme (14 lechones pesados)]; mixta, lechones de la camada de dos o más categorías de peso al nacimiento [L+M (siete lechones ligeros y siete medianos); M+P (siete lechones medianos y siete pesados); L+M+P (tres lechones ligeros, seis medianos y cinco pesados)]. Los lechones se pesaron a las 24 horas de nacer y se asignaron aleatoriamente al tratamiento de composición de la camada dentro de la categoría de peso al nacimiento; todos los lechones fueron adoptados de forma cruzada. Hubo 47 bloques de seis camadas (un total de 282 camadas y 3.948 lechones). Los pesos al destete se recogieron a los 18,7 ± 0,64 días de edad; se registraron todos las MPD. Los datos individuales de PD y MPD se analizaron con PROC MIXED y PROC GLIMMIX de SAS, respectivamente; los modelos incluyeron efectos fijos de la condición corporal, la composición de la camada y la interacción, y efectos aleatorios de la cerda dentro del bloque.

Resultados: Hubo interacciones entre la categoría de peso al nacimiento (P ≤ 0,05) para el PD y la MPD. Dentro de cada categoría de peso al nacimiento, el peso vivo aumentó y el peso medio disminuyó a medida que disminuía el peso de la camada. Por ejemplo, el PD fue mayor (P ≤ 0,05) para los lechones ligeros en camadas ligeras uniformes, para los lechones medianos en camadas L+M y para los lechones pesados en camadas L+M+P. La mortalidad predestete fue menor (P ≤ 0,05) para los lechones medianos en camadas L+M, y para los lechones pesados en camadas L+M+P; sin embargo, la composición de la camada no tuvo ningún efecto (P > 0,05) sobre la MPD de los lechones ligeros.

Conclusión: En conclusión, el aumento del peso medio al nacer de los compañeros de camada tras la adopción cruzada disminuyó en general el PD y aumentó la MPD para los lechones de todas las categorías de peso al nacer. Esto implica que el enfoque óptimo de las adopciones cruzadas que maximiza el crecimiento y la supervivencia de los lechones antes del destete es probable que varíe en función de la distribución del peso al nacimiento de la camada.