Salida en celo

Miquel Collell
16-abr-2007 (hace 17 años 24 días)

Para que se dé la salida en celo la cerda tiene que sufrir una serie de cambios hormonales. Los ovarios de la cerda han estado “parados” durante la gestación y en la posterior lactación. En el momento en que el animal se desteta, los cambios provocados (el estrés) y la estimulación del verraco generan la activación del ovario.

Contacto, con tacto

No podemos tener una buena salida en celo si no trabajamos con el verraco, un elemento imprescindible para tener celos de buena calidad. En este sentido es importante que las cerdas estén en contacto con el verraco desde el mismo día que se destetan y que este contacto se mantenga hasta su cubrición. La cerda expresará mejor su celo si ve, oye, huele y toca al verraco.

Estímulos del verraco % que muestran reflejo de aceptación
Ninguno 48
Olor y sonido 90
Olor sonido y vista 97
Olor, sonido, vista y contacto 100
JP Signoret y F Du Mesnil Du Buisson. 1961

No obstante este contacto no puede ser continuo, tiene que ser fraccionado. De nada nos sirve alojar a la cerda al lado de un verraco sin una separación física. Si tenemos este contacto permanente, se produce lo que podríamos denominar “efecto colonia”.

El “efecto colonia” sería aquel que se nos da a nosotros justo en el momento en el que nos sentamos al lado de alguien que lleva colonia, ¿verdad que en aquel instante notamos su olor? ¿Pero que sucede al cabo de unos minutos de estar a su lado? Pues que sencillamente ya no olemos nada, nuestros receptores olfativos se han “acostumbrado” al olor y ya no lo perciben.

En los cerdos pasa algo parecido. Los machos desprenden un olor (feromonas) que es estimulador para la cerda. Pues bien, la cerda puede recibir estímulo si nota este olor de manera fraccionada, en caso contrario, sus receptores olfativos se “acostumbran” y sólo reciben el estímulo la primera vez que alojamos a la cerda al lado del verraco.

Para que el estímulo sea bueno, la cerda sólo tiene que oler al verraco durante unos minutos (10-20 minutos). Podremos conseguirlo alojando al verraco a una cierta distancia de las cerdas destetadas (1 metro es suficiente) y, desde el día del destete, lo ponemos en contacto con las cerdas cada día.

En tu casa o en la mía

Para obtener una mejor salida en celo, es fundamental que la estimulación sea la máxima posible. Para ello necesitamos no sólo un macho sexualmente motivado, si no darle las “mejores condiciones de trabajo”. Siempre conseguiremos una mejor respuesta del macho si las cerdas se llevan a su corral (o a uno neutral) que trasladando el macho al corral de las cerdas. Algunas veces las cerdas en grupo y en su corral pueden llegar a intimidar al macho.

Es importante también permitir que las cerdas puedan moverse libremente en un patio junto con un macho para facilitar su expresión sexual y mostrar los signos del celo con mayor claridad.

No a todas les gusta el mismo

Muchas explotaciones disponen sólo de un macho para realizar la estimulación y la detección de celo. Esto es un gran error. Es normal encontrarse con cerdas que rechazan a un macho a pesar de que estén realmente en celo. Esto es normal y pasa en todas las especies. Es necesario cambiar el verraco utilizado para evitar que las cerdas se aburran de ver siempre al mismo macho y que el verraco se canse de estimular y recelar. Los distintos machos que tengamos en la explotación se pueden ir rotando; la situación ideal es usar uno distinto cada día.