Pruebas diagnósticas para enfermedades urinarias

Stan Done
07-nov-2006 (hace 17 años 5 meses 12 días)
Vejiga desgarrada
Vermes renales (Stephanurus dentatus)
Cistitis
Pielonefritis
Cristales en el suelo
Unión uretero-vesical normal
Cristaluria en orificio uretral

En un examen post mortem se puede hacer una exploración completa del aparato urinario. Sin embargo, antes de llegar a este punto, se pueden percibir algunos indicios examinando la tinción sanguínea de la región del perineo, tinción de orina, lesiones cutáneas o presencia de cristaluria en la vagina o la uretra. En las fotos se muestran imágenes que ilustran algunas de las alteraciones macroscópicas observadas en el riñón.

Enfermedades principales

En el neonato podemos encontrar anomalías congénitas como el ureterocele o uréteres ectópicos. Sin embargo, puede que lo más frecuente sean los quistes renales y, en muchos casos, pueden estar asociados con quistes en el hígado. También existe la posibilidad de aplastamiento o traumatismo de la cerda.

En cerdos de cualquier edad podemos encontrar enfermedades graves, como la fiebre porcina africana o la fiebre porcina clásica y otras septicemias graves como la salmonelosis o PDNS. Hay más de 30 causas diferentes para el clásico riñón en huevo de pavo: no es patognomónico para PPC ni PPA. Está provocado por congestión, hemorragia o émbolos en los glomérulos.

Riñones blancos con vetas son a menudo diagnósticos de nefritis intersticial y se cree que con frecuencia están asociados con leptospirosis.

Tamaño

En muchos trastornos renales se produce un aumento del tamaño de los riñones. Normalmente se debe al aumento del contenido de sangre y, raras veces, de orina y de tejido intersticial. Una reducción del tamaño del riñón se debe habitualmente a enfermedades renales crónicas y a riñón en fase terminal. La presencia de quistes puede provocar alteraciones morfológicas.

Color

El color del riñón se modifica por el grado de autólisis o hipostasia. Estos cambios pueden ser generales (difusos) o focales. Un mayor enrojecimiento puede estar relacionado con congestión asociada con PPA o PPC, septicemias o electrocución. La palidez puede ser signo de fibrosis, infarto, ocratoxicosis, anemia, alteraciones grasas o necrosis tubular. Se observa alteración del color hacia una coloración tostada en casos de ocratoxicosis y coloración marrón en la porfiria. Aparecen enrojecimientos focales en situaciones de hiperemia difusa o émbolos en los glomérulos. La palidez focal es característica de infartos o necrosis isquémica o nefritis intersticial. Las manchas blancas indican normalmente la presencia de nefritis intersticial. No todas las manchas blancas corresponden a leptospirosis pero la leptospirosis es la bacteria que con más frecuencia se asocia a éstas. Se encuentran focos de color naranja en el riñón cuando se observan cristales de urato o cristales.

Otros cambios

Doce horas después de la muerte los riñones empiezan a reblandecerse y después se vuelven mollares (muy blandos). En la fibrosis crónica están duros, porque se encuentran en deshidratación o neoplasia (no es raro encontrar nefroblastomas en cerdos jóvenes). Se pueden observar lesiones de aspecto arenoso en los casos de cálculos renales; burbujas gaseosas en casos de autólisis avanzada; hemorragias que pueden ser graves en la intoxicación por warfarina o en traumatismos: equimosis en ASF, o CSF, salmonelosis, erisipelas, EMCV o enfermedad de Aujesky, en el sacrificio, o intoxicación, leptospirosis aguda, pielonefritis o endotoxemia.

Vejiga

Las alteraciones de la vejiga urinaria se limitan por lo general a la mucosa y, a veces, se extienden a la submucosa. Nada es patognomónico excepto la presencia de inclusiones en la mucosa. En ocasiones se puede observar degeneración mucinosa. Se observan hemorragias en la vejiga en septicemias mayores. Se encuentra moco, desechos en exceso, células, bacterias y fibrina en la luz de la vejiga como parte de la cistitis aguda. En etapas subaguda y crónica los neutrófilos son sustituidos por células linfoides.

Pruebas laboratoriales

La investigación microbiológica consiste en cultivos de tejido renal y de orina pero sólo en fresco es de alguna utilidad. Se debe incubar sobre agar sangre y MacConkey durante 24 y 48 horas. Se necesitan placas especiales de sangre de caballo para Arcanobacterium (Eubacterium) suis. En los casos agudos también se pueden hacer cultivos para leptospirosis. Se hacen cultivos con frecuencia para E. coli pero no se han observado características especiales en estos casos. También se utiliza a veces la inmunofluorescencia y la iluminación sobre fondo negativo para leptospiras. La orina porcina puede mostrar diversas características físicas anormales. Entre éstas se incluyen orina roja, orina verde, orina blanca o viscosa, turbia, espumosa u olor a amoníaco. Pueden aparecer varias sustancias con cambios de pH, bilirrubina, sangre, glucosa o cetonas y, posiblemente, nitrito o proteína.

Los sedimentos pueden ser diversos como células epiteliales, eritrocitos, leucocitos, cilindros, bacterias, espermatozoides, cristales o moco.

Ocratoxicosis, pielonefritis y leptospirosis

Los tres principales trastornos del aparato urinario son la ocratoxicosis, pielonefritis asociada con A. suis y leptospirosis.

En la ocratoxicosis las lesiones renales son muy variables, observándose con la mayor frecuencia estrías blancas. También hay necrosis tubular aguda. Se pueden hacer pruebas de ocratoxina, pero la vida media es de sólo 3-5 días. Concentraciones de tan sólo 200 partes por billón en el pienso provocarán lesiones renales.

En la cistitis y la pielonefritis hay con frecuencia anomalías asociadas de aporte de agua o problemas locomotores. El diagnóstico se hace habitualmente post mortem y requiere el aislamiento del microorganismo del riñón o la vejiga.

La leptospirosis como problema de la piara se diagnostica por serología, pero a nivel individual puede requerir iluminación sobre fondo oscuro, inmunofluorescencia, técnicas PCR o cultivo para demostrar la infección.